sábado, 28 de agosto de 2010

La visita de la Madre de Dios a la Santa Montaña de Athos




Deseando la madre de Dios visitar a San Lázaro en Chipre, salió hacia allí junto a san Juan el Teólogo en barco desde Palestina. A causa de una gran tormenta y de forma sobrenatural , arribó el barco a Athos entrando en la bahía de Klementos que es donde actualmente se encuentra el monasterio de Iviron. Todos los árboles y plantas, todos los pájaros, peces y animales, al notar la presencia de la Madre de Dios se inclinaron reverentes ante la que había llevado en su seno al Creador de todas las cosas.

Los habitantes de Athos, dirigidos por la Divina Providencia, salieron a recibir a la Santísima Madre de Dios, y después de escuchar sus dulces palabras, pidieron a San Juan el Bautismo. En ese momento la escultura del ídolo demoniaco que estaba en la montaña fue destruida, así como los demás estatuas, viendo los nativos salir de allí las turbas de demonios que las habitaban.

La Madre de Dios contemplando la belleza de aquel lugar, elevó sus manos al cielo y suplicó a su Hijo Divino:

“Mi Hijo y Dios, bendice este lugar y derrama sobre él tu misericordia. Protégelo hasta el fin de los días y a los que habiten en él , por tu santo nombre, concédeles por medio de la ascesis, el combate espiritual y el arrepentimiento el perdón de sus pecados; derrama sobre ellos abundantemente tus dones en esta vida y la vida eterna en la venidera. Glorifica este lugar por encima de todos los lugares de la tierra, libra de la condenación eterna a sus habitantes, sálvalos de toda tentación, de los enemigos visibles e invisibles y de la herejía y hazlo faro de la Fe Ortodoxa”

Entonces se escuchó una voz del cielo que decía:

“Todo lo que me pidas, Madre mía, yo lo cumpliré. A partir de ahora este lugar será tuyo, tu jardín y paraíso y un refugio de salvación para aquéllos que deseen ser salvados y un lugar de refugio inexpugnable para los que arrepentidos, deseen liberarse de la carga de sus pecados”
Publicado por Padre Nicolás Vera

jueves, 26 de agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

AMMA TEODORA


AMMA TEODORA
Es una mujer culta y con conocimientos teológicos, de finales del sIV. Como Sara vivió cerca de Alejandría. Tenía una gran penetración psicológica, y era muy delicada y prudente.

Mientras los apotegmas de los Padres se centran más en la ascesis, la renuncia, y la penitencia, Amma Teodora, igual que las otras Ammas, hacen más atención a Dios y a vivir en Cristo a través de las Escrituras.

Amma Teodora avanzaba por el camino de la liberación interior, para descubrir el Dios-Misericordioso que es Padre y Madre.

Las sentencias de Teodora están llenas de juicio: "como los árboles que necesitan el paso de las estaciones para crecer, nosotros tenemos que pasar el invierno con el fin de dar buenos frutos".I decía :"Ni la rigidez de la observancia monástica, ni las austeridades corporales, nos salvan, sino la humildad sincera". Explicaba que un anacoreta que sacaba demonios, un día preguntó a los espíritus malignos qué era lo que les hacía marcharse: ¿El ayuno? ¿Las vigílies? Pero ellos respondieron de que nada los vencía tanto como la humildad. Entonces añadía ella: "Sólo la humildad nos da la victoria".

Un día explicó a un monje que quería marcharse del monasterio para no tener que pasar por tentaciones, que en una ocasión un monje cogió le sandalias para marcharse, y vio al demonio que haciendo lo mismo le decía: "No te marches por mí, porque allí donde tú vayas yo te precederé".

Y recomendaba a los que dirigen las comunidades que tienen que renunciar tanto a querer dominar, como a buscar adulaciones, siendo pacientes, humildes, y rectos. Condescendientes con equilibrio, y amando sin hacer distinciones.

Ella estaba convencida que las dificultades las llevamos todos dentro y que nos acompañarán siempre.

Se explica que un día Abba Teófilo le preguntó qué quería decir "redimir el tiempo", y ella le respondió que era "aprovechar todo lo que te viene, para transformarlo en virtud." Y añadió: "si te hacen una injuria, aprovechala para ser humilde y penitente. Así el tiempo se convierte en una ganancia".

Según ella ni la ascesis, ni las vigílias, ni nada nos salva, sino la humildad sincera. La humildad que proviene de un auténtico conocimiento de uno mismo, es, pues, la principal herencia de Amma Teodora.

miércoles, 18 de agosto de 2010

miércoles, 11 de agosto de 2010

lunes, 9 de agosto de 2010