Tenga el corazón fijo en Dios y cuando padezca la adversidad o sufra algún despojo, o lo que sea, no se compadezca a sí mismo ni se observe, no guarde en la memoria ni recuerde. Pase por encima de las miserias de este mundo, respetando y aceptando el nivel de cada cosa.
Regla para eremitas.
5 comentarios:
Preciosa entrada... ese desprendimiento quer debemos llevar a la vida diaria... para poderla trascender desde CRISTO.
Eternas gracias... y Bendición para ti y para toda tu comunidad, Macario.
Excelente pensamiento a poner en práctica en nuestra vida para unirnos a Cristo sin ataduras.
Gracias, Hieromonje Macario.
Me parece un consejo sabio y santo y muy difícil de poder llegar a cumplir. ¿cómo gobernar el ciclón de sentimientos que se siguen a un maltrato, una injusticia, un atropello?
Imagino que viviendo centrado en Dios, como Ud. recomienda. Resulta muy difícil para los que estamos en el mundo...
Gracias.
Felicitas, inténtalo, ora y confía.
Me esforzaré, muchas gracias.
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