martes, 30 de septiembre de 2008

HESICASMO



A los padres del desierto remontan los primeros ejemplos de un método de oración que debía terminar en el hesicasmo, palabra que designa un estado completo de silencio, de soledad y de paz. Su centro de difusión fue primero el monte Sinaí, de donde emigró al monte Athos bajo la presión de las invasiones de los turcos. A partir del siglo IV, siguiendo el ejemplo de San Antonio, algunos anacoretas se retiraron a las ermitas de los desiertos de Egipto y Capadocia. Gozaron de un prestigio que se reflejó sobre las comunidades, de tal manera que el episcopado oriental fue siempre reclutado entre los monjes.Evagrio el Póntico, discípulo de Macario y amigo de los padres capadocios, cumplió la función de iniciador. Heredero espiritual de Clemente y Orígenes, es el primer teórico de la oración pura, considerada como un diálogo entre el intelecto y Dios. Sus sucesores, Diadoco de Foticé y Juan Clímaco, efectuaron una síntesis cuyo rasgo esencial fue la oración de Jesús como recuerdo de su nombre. Pero mientras que esta oración permanente figura en la regla de San Basilio y es recomendada en la de San Casiano, la de San Benito, de la que el monacato occidental depende, no hace mención de ella. Sin duda, el fundador benedictino no consideraba la disciplina monástica sino como el comienzo de un camino que debía hallar su cumplimiento en el estado del anacoreta.Mientras la invasión árabe separaba al Occidente de sus fuentes, el Oriente extendía los alcances de su método. Simeón el Nuevo Teólogo prescribió que la oración debía ser ininterrumpida como la respiración y el ritmo cardiaco. “En donde está el cuerpo, decía, debe estar el intelecto... El hesicasta es un ser corporal que se esfuerza por hacer descender la inteligencia al corazón”. Reside allí un modo poético de oración de la que hemos encontrado otros ejemplos, el nembutsu de los budistas, el dhikr de los sufíes, el japa de los yoguis, cuya eficacia se encuentra garantizada por las Leyes de Manú: “Un brahmán puede alcanzar la bienaventuranza por la sola invocación y ningún otro rito”. Esto tampoco lo ignora Occidente radicalmente y sus rasgos se hallan en los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola que hablan de una “tercera oración por medio del ritmo”.En la capital bizantina la oración pura encontró su base teológica en los escritos de Gregorio Palamas, que murió siendo obispo de Salónica en 1359. Lo que era hasta ese momento un método implicando además un rito reservado, llegó a ser una doctrina inseparable de una gnosis. Palamas había sido iniciado en la oración pura por Theolepto de Filadelfia (en Lidia), en un convento del monte Athos en el que durante 20 años llevó vida de cenobita. Al espiritualismo exclusivo de los platónicos, Palamas opuso la concepción bíblica por la que el cuerpo no es la prisión del alma, sino su tabernáculo, puesto que, después de la encarnación, él manifiesta al Espíritu Santo. El método hesicasta hace pasar esta conexión de la potencia al acto. El corazón es un lugar divino y el cuerpo debe orar al unísono con el corazón. Palamas rehabilitó al cuerpo como simultáneamente lo hacía en Occidente el esoterismo alquímico. “A cada uno según su ley y su norma. Al cuerpo la temperancia, al alma la caridad, a la razón la sobriedad y al espíritu la oración”.Esta intrusión inmanente del espíritu en el cuerpo justifica y completa la teología negativa que Dionisio el Areopagita había fijado teóricamente en el siglo V. En tanto que éste no proponía un método para conciliar los textos contradictorios que consideraban a la divinidad en su doble aspecto inaccesible y comunicable, Palamas elucidó el problema en su diálogo Theófanes. Dios trascendente e incomunicable para la razón (en tanto que No-Ser) puede ser conocido por el corazón (en tanto que Ser) en sus operaciones, en sus energías, en sus modos, que Dionisio llama virtudes, Gregorio Nacianzeno impulsos y el tomismo gracia increada. Pero en tanto que en Occidente esta gracia es un accidente en el que cada uno participa sin saberlo, en Oriente es considerado como intrínseco a la naturaleza salvada. Gracia y libertad no aparecen más como opuestos y Gregorio de Nyssa ve en ellas las dos caras de una misma realidad, de una sinergia que enlaza las dos voluntades, la divina y la humana. Esto explica la serenidad, el desapego y la paz del verdadero hesicasta, que reúne los dos polos de toda espiritualidad, la interioridad y la trascendencia, la divinidad impersonal y el Dios personal, unión que explicita Evagrio el Póntico en una fórmula digna de la India: “La visión de Dios no se realiza sino con la visión del Sí-Mismo”. La oración del corazón está además subordinada a la preparación del cuerpo por el ayuno y la vigilia. “Es la vía estrecha, dice Palamas, porque se debe realizar sobre una base de virtudes que disponen para la unión”.Todavía hoy esa oración alimenta a la espiritualidad oriental. En 1782 aparecía en Venecia, publicada bajo los cuidados del obispo de Corinto y de un monje del monte Athos, una colección de textos sobre la oración continuada sacada de los Padres Griegos, bajo el titulo de Philocalia (o Amor de la Belleza). Esta frase había servido a San Basilio para una antología de Orígenes, el gran platónico. Esparcida durante el siglo XIX por las ermitas de los starets rusos y traducida para el pueblo, la Philocalia mantiene hasta hoy una espiritualidad vivida entre los más humildes campesinos con el éxito que atestigua el famoso relato del Peregrino ruso.
Luc Benoist

Meditar como una montaña (2)



Meditar como una montaña.Así comenzó para el joven una verdadera iniciación al método de oración hesicasta. La primera meditación que le habían propuesto se refería a la estabilidad, al enraizamiento de un buen cimiento.En efecto, el primer consejo que se puede dar al que quiere meditar no es de orden espiritual sino físico: siéntate. Sentarse como una montaña quiere decir tomar peso, estar grávido de presencia. Los primeros días al joven le costaba mucho quedarse inmóvil, con las piernas cruzadas, con la pelvis ligeramente más alta que las rodillas. Una mañana sintió realmente lo que quería decir meditar como una montaña. Estaba allí con todo su peso, inmóvil. Formaba una sola cosa con ella, silencioso bajo el sol. Su noción del tiempo había cambiado ligeramente. Las montañas tienen un tiempo distinto, otro ritmo. Estar sentado como una montaña es tener la eternidad delante, es la actitud justa para el que quiere entrar en la meditación: saber que está la eternidad detrás, adentro y delante de sí.Antes de construir una iglesia es necesario ser piedra y sobre esta piedra (esta solidez imperturbable de la roca) Dios podría construir su Iglesia y hacer del cuerpo del hombre su templo. Así comprendía el sentido de la palabra evangélica: "Tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".Se quedó así varias semanas. Lo más duro era pasar varias horas "sin hacer nada". Era menester volver a aprender a estar, simplemente estar, sin objeto ni motivo. Meditar como una montaña era la meditación misma del Ser, "del simple hecho de Ser", antes de cualquier pensamiento, cualquier placer o dolor.El padre Serafín le visitaba cada día, compartía con él sus tomates y algunas aceitunas. A pesar de esta régimen tan frugal, el joven parecía haber ganado peso. Su paso era más tranquilo. La montaña parecía haberle entrado en la piel. Sabía acoger su tiempo, acoger las estaciones, estar silencioso y tranquilo, a veces como la tierra árida y dura, otras veces como el flanco de una colina que espera la cosecha.Meditar como una montaña había modificado igualmente el ritmo de sus pensamientos. Había aprendido a "ver" sin juzgar, como si diese a todo lo que crece en la montaña "el derecho de existir".Un día, unos peregrinos, impresionados por la calidad de su presencia, le tomaron por un monje y le pidieron la bendición. Al enterarse de esto, el padre Serafín comenzó a molerle a golpes... El joven empezó a gemir."Menos mal, creía que te habías hecho tan estúpido como los guijarros del camino... La meditación hesicasta tiene el enraizamiento, la estabilidad de las montañas, pero su objetivo no es hacer de ti un tocho muerto sino un hombre vivo".Tomó al joven del brazo y le condujo hasta el fondo del jardín donde, entre las hierbas salvajes, se podían ver algunas flores."Ahora ya no se trata de meditar como una montaña estéril. Aprende a meditar como una amapola, aunque no olvides por eso la montaña".

JEAN-YVES LELOUP

sábado, 27 de septiembre de 2008

EL METODO DE ORACION HESICASTA (1)



EL METODO DE ORACION HESICASTA según la enseñanza del padre Serafín del Monte Athos
Cuando N, un joven filósofo, llegó al Monte Athos, había leído ya un cierto número de libros sobre la espiritualidad ortodoxa, particularmente la pequeña filocalia de la oración del corazón en los relatos del peregrino ruso. Estaba seducido sin estar verdaderamente convencido. Una liturgia vivida en su ciudad le había inspirado el deseo de pasar algunos días en el Monte Athos, con ocasión de sus vacaciones en Grecia, para saber un poco más sobre el método de la oración de los hesicastas, esos silenciosos a la búsqueda de "hesychia", es decir, de paz interior.Contar con detalle cómo llegó al padre Serafín, que vivía en un eremitorio próximo a San Pantaleón, sería demasiado largo. Digamos únicamente que el joven filósofo estaba un poco cansado. No encontraba a los monjes a la altura de sus libros. Digamos también que, si bien había leído varios libros sobre la meditación y la oración, no había rezado verdaderamente ni practicado una forma particular de meditación y lo que pedía en el fondo no era un discurso más sobre la oración o la meditación sino una "iniciación" que le permitiera vivirlas y conocerlas desde dentro por experiencia y no sólo de "oídas".El padre Serafín tenía una reputación ambigua entre los monjes de su entorno. Algunos le acusaban de levitar, otros de que gritaba y gemía, algunos le consideraban como un campesino ignorante, otros como un venerable staretz inspirado por el Espíritu Santo y capaz de dar profundos consejos así como de leer en los corazones.Cuando se llegaba a la puerta de su eremitorio, el padre Serafín tenía la costumbre de observar al recién llegado de la manera más impertinente: de la cabeza a los pies, durante cinco largos minutos, sin dirigirle ni una palabra. Aquéllos a quienes ese examen no hacía huir, podían escuchar el áspero diagnóstico del monje:En usted no ha descendido más abajo del mentón.De usted, no hablemos. Ni siquiera ha entrado.Usted... no es posible... que maravilla. Ha bajado hasta sus rodillas...Hablaba del Espíritu Santo y de su descenso más o menos profundo en el hombre. Algunas veces a la cabeza, pero no siempre al corazón ni a las entrañas... Así es como juzgaba la santidad de alguien, según su grado de encarnación del espíritu. El hombre perfecto, el hombre transfigurado era para él, el habitado todo entero por la presencia del Espíritu Santo de la cabeza a los pies. "Esto no lo he visto sino una vez en el staretz Silvano, decía, era verdaderamente un hombre de Dios, lleno de humildad y de majestad".El joven filósofo no estaba aún ahí. El Espíritu Santo sólo había encontrado paso en él "hasta el mentón". Cuando pidió al padre Serafín que le hablase de la oración del corazón y de la oración pura según Evagiro Póntico, el padre Serafín comenzó a gemir. Esto no desanimó al joven, que insistió. Entonces el padre Serafín le dijo: "Antes de hablar de la oración del corazón, aprende primero a meditar como la montaña...". Y le mostró una enorme roca: "Pregúntale cómo hace para rezar. Después vuelve a verme".
JEAN-YVES LELOUP.

miércoles, 17 de septiembre de 2008


¡SANTÍSIMA MADRE DE DIOS, SÁLVANOS!

martes, 16 de septiembre de 2008

San Juan el Taumaturgo de Rila



El 18 de agosto la iglesia ortodoxa búlgara venera la ascensión de San Juan, el Taumaturgo de Rila. Es el patrono de Bulgaria, quien fundó en elsiglo X el Monasterio de Rila, el mayor convento búlgaro .Este monje ermitaño nació en el año 876 en un poblado en el suroeste del país. Después de la muerte de sus padres repartió sus bienes entre los pobres y se retiró a los monasterios de la comarca. Como monje estudió las sagradas escrituras después de lo cual abandonó el convento para vivir como ermitaño en el monte. Pastores y cazadores fueron contando a la gente del monje y muchos fueron los que acudían pidiendo bendición y curación.San Juan les sugirió a sus adeptos que construyeran un monasterio del quefue abad durante 10 años. Murió a los 70 años de edad el 18 de agosto de946. Sus reliquias se siguen guardando desde el siglo X en el Monasterio deRila.San Juan de Rila nació y vivió en una época cuando el cristianismo en nuestras tierras no estaba divulgado del todo. Por esto una de sus actividades principales fue la de predicar la nueva fe entre el pueblo. Estafe le dio una gran fuerza y le concedió un lugar particular entre los demás pueblos cristianos. San Juan de Rila fue canonizado después de su muerte cuando se escriben sus primeras loas y agiografías.San Juan de Rila es venerado por todo el mundo ortodoxo. Los fieles de lasi glesias ortodoxas vecinas, la serbia y la griega, acuden al Monasterio deRila para rendirle homenaje. Es venerado también en Rusia, Ucrania yRumania. Últimamente su imagen figura asimismo en los iconostasios e iconos de las nuevas iglesias rusas, griegas y búlgaras que se construyeron en EEUU y Australia.Hace algunos años una delegación del Santo Sínodo, máxima autoridad de la iglesia ortodoxa búlgara, llevó una parte de sus reliquias a Rusia, a un monasterio que lleva el nombre de este santo búlgaro y donde todos los días las monjas dedican oraciones al santo taumaturgo. Otro relicario del santo se conserva en una isla griega y tiene la fama de curar muchas enfermedades.San Juan de Rila les deja a sus seguidores un legado en forma escrita que se conserva por los monjes del Monasterio de Rila. Lo fundamental, según este escrito, es que el hombre tenga fe y respete los mandamientos y que viva en conformidad con la ley divina. El santo dice que no es la riqueza lo mejor para el hombre, porque lo aparta de las cosas del alma, él recomienda buscar el camino a Dios y a la iglesia.Elka Yoncheva Versión en español de Katia Dimanovahttp.
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sábado, 13 de septiembre de 2008

ORACIÓN DE SAN EFRÉN



Señor y dueño de mi vida, el espíritu de ocio, de indiscreción, de ambición y de locuacidad, no me lo des. Más el espíritu de castidad, de humildad, de paciencia y de amor, concédemelo a mí, tu siervo.
Sí, Señor y Rey, concédeme percibir mis propias ofensas y no juzgar a mis hermanos, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.

Obras de San Efrén el Sirio (pulsar icono)

viernes, 12 de septiembre de 2008

Trepte spre vietuirea in monahism


Ieromonah Arsenie Boca

Cine vrea sã vinã dupã Mine, sã se lepede de sine, sã-si ia crucea în fiecare zi si sã-mi urmeze Mie.
(Luca 9, 23)
Lepadarea de lume are douã trepte. Întâi ne lepãdãm de lumea din afarã si de tot ce ne-ar putea tine legati de ea. În al doilea rând ne lepãdãm si de toate asemãnãrile noastre lãuntrice cu lumea. Acestea sunt patimile, nãravurile si toate slãbiciunile noastre personale.
Dacã am rãmâne în lume ne-am face una cu lumea. Dacã însã vrem sã urmãm lui Iisus, atunci trebuie sã desãvârsim lepãdarea de lume cu lepadarea de sine. Lumea aceasta este eul, egoismul, este iubirea si încântarea de sine, e suportul plãcerii si al complacerii în lumea aceasta. Egoismul este rãdãcina tuturor patimilor. Iar lepãdarea de sine este uscarea acestei rãdãcini si prima conditie a urmãrii lui Hristos.
Dacã iesim din lume scãpãm de vedere si auzire. Cu aceasta mai slãbesc putin si patimile noastre. Dar ca sã ne desprindem deplin din puterea lor trebuie sã tãiem odraslele si rãdãcina prin nevointa de fiecare zi a lepãdãrii de sine. Aceasta e simtitã de firea noastrã cea pieritoare ca o cruce pe care de fapt moare omul nostru cel vechi. Nu putem urma lui Iisus decât omorând în tot ceasul patimile noastre.
Pentru început urmarea lui Iisus chiar rostul acesta îl are: de a ne desprinde firea de patimi iar în locul lor a deprinde virtutile.
Lepãdarea de sine nu este cu neputintã sau înfrângere. Dimpotrivã, e descãtusarea unei foarte mari puteri sufletesti. Mãrturie la îndemânã ne stau însãsi prilejurile. Dacã le câstigãm, adicã ne comportãm prin ele dupã Duhul lui Dumnezeu, simtim în suflet o pace si o crestere sufleteascã. Pe când dacã le pierdem, adicã ne comportãm dupã om sau dupã patimi, simtim o tulburare, o mustrare de constiintã si o împutinare sufleteascã. Lepãdarea de sine dovedeste credinta si dragostea pe care o avem cãtre Iisus. Din aceasta izvorãste o mare trãire sufleteascã. Lepãdarea de sine trebuie sã ne-o facem a doua naturã, ca sã ne însoteascã toatã calea cãlugãriei si sã caracterizeze cãlugãria.
În felul acesta seacã izvorul si rãdãcina patimilor.
Despre sfaturile Evangheliei si voturile monahale
Iisus a dat porunci si sfaturi si pildã cu viata Sa. În aceasta a descoperit toatã voia lui Dumnezeu cãtre oameni, ca sã se mântuiascã. Poruncile asigurã mântuirea pentru toatã lumea, iar sfaturile evanghelice sunt acestea: sãrãcia de bunã voie, viata fãrã prihanã si ascultarea neconditionatã.
Pe sfaturile evanghelice se întemeiazã cãlugãria. Cinul monahal urmãreste deci trãiea crestinismului pânã la mãsurile desãvârsirii. Dar ca sã facã firea omeneascã o cale atât de lungã trebuie întelese bine mijloacele si foarte bine cunoscutã calea. Mai întâi fiti de-a dreptul ucenicii lui Iisus, cum au fost apostolii, dar putem fi niste ucenici mai smeriti al unui slujitor al lui Iisus, cum este duhovnicul. Cãlugãria nu se învatã atât din cãrti cât din aceastã ucenicie.
Voturile sau fãgãduintele monahale au rostul de a desprinde rând pe rând patimile care stricã firea noastrã si primejduiesc mântuirea. Primejdia cea mai mare a patimilor de cãpetenie este aceasta, cã duc sufletul la necredinta în Dumnezeu prin faptul cã prind sufletul si trupul numai de viata aceasta desartã.
ªtiind Iisus cã patimile opresc sufletul de la calea Sa, întrucât îl lipesc de viata aceasta, ne-a cerut sã ne lepãdãm de tot ce avem, sã urâm familia, ba sã urâm si propria noastrã viatã în conditiile lumii acesteia (Luca 14, 26). Cãlugãria stabileste o altã înrudire între oameni: rudenia cea dupã Duh. Cãsãtoria si copiii îi pãrãsesti înainte de a-i avea si n-o iei pe calea aceasta. Aceasta este voia sfântã pe propria ta viatã vãzutã dupã chipul veacului acestuia. Aici îsi dovedesc sfaturile evanghelice temeiul. Astfel, sãrãcia de bunã voie ne izbãveste de lãcomie, de iubirea de argint si de lene. Fecioria biruie desfrânarea. Iar ascultarea neconditionatã omoarã mândria, invidia, mânia, slava desartã si întristarea.
Dintre cele trei fãgãduinte cea mai grea e ascultarea, pentru cã are de biruit mai mult patimile mintii care discutã cu Dumnezeu în loc sã asculte fãrã discutie.
Nici o patimã nu vrea sã pãrãseascã firea fãrã nevointe, adicã silinte ale constiintei întãrite de vointã. Din pricina acestei lupte între convingeri si patimi cãlugãria e dãtãtoare de har si e numãratã la Taina Pocãintei.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

ESTAR "EN EL CORAZÓN DE LA COMUNIDAD DE LOS SANTOS"


Sentencia Gheorghios, higúmeno del monasterio atonita de Grigoríu: “No puede haber interés en que exista o no un Dios que no deifica al hombre. Gran parte de las razones de la oleada de ateismo en Occidente se debe a este cristianismo funcional y accesorio”.
Le hace eco Vassilios, higúmeno del otro monasterio de Ivíron: "En Occidente manda la acción, nos preguntan cómo podemos permanecer tantas horas en la iglesia sin hacer nada. Yo respondo: "¿Qué hace el embrión en el útero materno?". Nada, pero dado que está en el vientre de su madre se desarrolla y crece. Así es el monje. Custodia el espacio santo en el que se encuentra y está custodiado, plasmado por este mismo espacio. Aquí está el milagro: estamos entrando en el paraíso, aquí y ahora. Estamos en el corazón de la comunidad de los santos".

sábado, 6 de septiembre de 2008

LA FELICIDAD DE CONOCER EL CAMINO


Los sufrimientos espirituales son una realidad imponderable e invisible para la mayoría. El amor de Dios genera en nosotros toda una gama de distintos tormentos espirituales, que es necesario calificar de sobrenaturales y metafísicos. Exteriormente, quienes sufren de tales tormentos pueden encontrarse en condiciones que no son peores que las de los demás hombres, pero su alma no se satisface con riquezas o lujos, con privilegios o poder, ni siquiera con la gloria de este mundo(....) , su aflicción es más aguda que la de una madre que llora la muerte de un hijo.

Archimandrita Sophony (1896-1995)

Bendita tú María, hija de los pobres que has llegado a ser Madre del Señor de los reyes. En tu seno habitó Aquél de cuya alabanza están llenos los cielos. Bendito tu pecho que lo alimentó con amor, tu boca que lo arrulló y tus brazos que lo estrecharon. ¡Tú eres un carro para llevar a un Dios de fuego!

San Efrén, el Sirio



viernes, 5 de septiembre de 2008

VIDA MONÁSTICA













Se nos ofrece la oportunidad de amar a Dios por quién es sin esperar nada a cambio.

Estamos tan acostumbrados a amar a un nivel humano que encontramos imposible amar a Dios por Sí mismo, o como algo que va más allá de nuestras capacidades.

jueves, 4 de septiembre de 2008


El vivir en el desierto nos hace anhelar el regreso de Jesucristo, porque él es nuestro único gozo, y porque vivimos sólo para él, crucificando nuestra carne a todo lo demás. Este mundo terminará con grandes signos y prodigios. Todos sus gozos falsos, engañosos, y vacíos terminarán cuando este mundo termine. Entonces veremos a Cristo, viniendo en gloria en las nubes del cielo para cumplir todos nuestros deseos y traernos su paz celestial. Vivamos, pues, en espíritu en este día ahora. Que este día informe, guíe, e inspire todas nuestras acciones, toda nuestra manera de vivir. Vivamos, pues, en el encanto de los últimos tiempos. No caigamos fuera de este encanto al hablar inútilmente. Vivamos, pues, en el encanto del silencio del Señor, en ayuno continuo, ofreciéndonos en amor únicamente al Señor. Esta es la vida eremítica.
Fr. Steven Scherrer
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miércoles, 3 de septiembre de 2008

monje en el solarium
"Hazte un hombre superior a ti mismo y superior a las demás cosas.Aprende a detener el movimiento de tu pensamiento, a apartarlo de un objeto para dirigirlo a otro, a abandonar un trabajo, a decir "no" a un placer aunque legítimo.Libérate de todo aquello que no tiene derecho a mandar en ti. No te inclines sino ante Dios, y haz de ti un lienzo sobre el cual pueda dibujarse Su imagen, que es Jesucristo". Dom A. Guillerand .

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA ORACION DE JESÚS


Hay un tipo de oración privada, ampliamente usada en Occidente, desde el tiempo de la Contra Reforma, la cual nunca ha sido una característica de la espiritualidad Ortodoxa: la 'Meditación' formal, hecha de acuerdo a un 'Método' - el Ignaciano, el Sulpiciano, el Salesiano, o algún otro. Los Ortodoxos son alentados a leer la Biblia o a los Padres, despacio, meditándolos, pero tal ejercicio, aún cuando es, en su conjunto, excelente, no se considera que constituya una oración, ni ha sido sistematizado y reducido a 'Método'. Se recomienda que cada quien lea como le sea de más ayuda.Pero, aún cuando los Ortodoxos no practican la Meditación basada en un método, hay otro tipo de oración personal que, durante muchos siglos, ha jugado una parte, extraordinariamente, importante en la vida de la Ortodoxia: la Oración de Jesús: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten Misericordia de mi, pecador". Ya que algunas veces se ha dicho que los Ortodoxos no prestamos suficiente atención a la Persona del Cristo Encarnado, vale la pena señalar que ésta, seguramente, la más clásica de todas las oraciones Ortodoxas, es, esencialmente, una oración centrada en Cristo, una oración dirigida y concentrada en el Señor Jesús. Aquéllos que se criaron en la tradición de la Oración de Jesús, no les es permitido, nunca, ni por un momento, olvidar al Cristo Encarnado.Para ayudarse en el rezo de esta oración, muchos Ortodoxos utilizan un Rosario, algo diferente a la estructura del Rosario occidental. Un Rosario Ortodoxo es, a menudo, hecho de lana, para que, a diferencia de las cuentas, no haga ruido.La Oración de Jesús es una oración de maravillosa versatilidad. Es una oración para principiantes, pero, igualmente, es una oración que conduce a los misterios más profundos de la vida contemplativa. Puede ser usado por cualquiera, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, ya sea mientras se está esperando, caminando, viajando en autobuses o trenes, en el trabajo, cuando no se puede dormir por las noches, o en tiempos de particular ansiedad, cuando es imposible concentrarse en otra clase de oración. Pero, aún cuando cada Cristiano puede usar la Oración de Jesús, en diversos momentos, de esta manera, es totalmente diferente el recitarlo, más o menos, continuamente, y siguiendo los ejercicios físicos que están asociados a él. Los escritores espirituales Ortodoxos insisten en que aquéllos que usan la Oración de Jesús, sistemáticamente, deben, si es posible, colocarse bajo la guía de un director experimentado, y no hacer nada por su propia iniciativa.Para algunos, llega el tiempo, en el que la Oración de Jesús 'entra al corazón', y ya no es recitada por un esfuerzo deliberado, sino que ésta se recita a sí misma, espontáneamente, continuando, incluso, cuando un hombre habla o escribe, está presente en sus sueños, y lo levanta por las mañanas. En las palabras de San Isaac, el Sirio: "Cuando el Espíritu habita en un hombre, él no cesa de orar, porque el Espíritu, constantemente, orará en él. Entonces, la oración no se cesará de su alma, ni cuando duerme, ni cuando se despierta, sino que cuando come y cuando bebe, cuando se sienta o cuando hace cualquier trabajo, incluso cuando está sumido en el sueño, los perfumes de la oración se derramarán en su corazón, espontáneamente". (Tratados Místicos, editados por Wensinck, p. 174).Los Ortodoxos creen que el Poder de Dios está presente en el Nombre de Jesús, por lo que la invocación de este Nombre Divino actúa "como una señal real de la Acción de Dios, como una especie de Sacramento" (Un Monje de la Iglesia de Oriente, La Oración de Jesús, Chevetogne, 1952, p. 87). "El Nombre de Jesús, Presente en el corazón humano, le comunica el Poder de la deificación... Brillando a través del corazón, la Luz del Nombre de Jesús ilumina todo el universo". (S. Bulgakov, La Iglesia Ortodoxa, págs. 170-171).Tanto para aquéllos que lo recitan, continuamente, como para aquéllos, quienes sólo lo emplean, ocasionalmente, la Oración de Jesús ha demostrado ser una gran fuente de seguridad y alegría. Citando El Camino del Peregrino: "Y así es cómo hago ahora, y repito, incesantemente, la Oración de Jesús, la cual es más preciosa y dulce para mí, que nada en el mundo. A veces, camino largas caminatas , y no siento, para nada, que estoy caminando. Únicamente, soy consciente del hecho de que voy diciendo mi Oración. Cuando el amargo frío me penetra, empiezo mi Oración, con más fuerza, y, rápidamente, entro en calor. Cuando el hambre empieza a dominarme, llamo, más a menudo, el Nombre de Jesús y olvido mi deseo de alimento. Cuando enfermo y tengo reumatismo en mi espalda y piernas, fijo mis pensamientos en la Oración y ya no siento el dolor. Si alguien, me daña, sólo tengo que pensar: '¡Qué dulce es la Oración de Jesús!' y, tanto las heridas, como el enojo, pasan y olvido todo... Doy gracias a Dios, porque ahora entiendo el significado de aquellas palabras que escuché en la Epístola: 'Orad sin cesar' (1 Tesalonicenses 5,17)" (El Camino de un Peregrino, págs. 17-18).
Obispo Kallistos Ware