CIUDAD DEL VATICANO, 5 DIC 2008 (VIS).-Benedicto XVI ha enviado al Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa un telegrama de pésame por la muerte, esta mañana a los 79 años, de Su Santidad Alexis II, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. Sigue el texto: "He recibido con profunda conmoción por la triste noticia de la muerte de Su Santidad Alexis II, de Moscú y de todas las Rusias y con afecto fraternal quiero manifestar al Santo Sínodo y a todos los miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa mi más sentido pésame, asegurando mi cercanía espiritual en este momento de gran tristeza.. Suplico al Señor que acoja en su Reino de paz y de alegría eternas a este infatigable ministro suyo y consuele a cuantos lloran su dolorosa muerte. Tengo presente el compromiso común en el camino de la comprensión y la colaboración recíprocas entre ortodoxos y católicos y recuerdo los esfuerzos del difunto Patriarca en pro del renacimiento de la Iglesia, después de la dura opresión ideológica que causó el martirio de tantos testigos de la fe cristiana. También recuerdo la buena batalla en defensa de los valores humanos y evangélicos que llevó a cabo sobre todo en el continente europeo y deseo que su entregade frutos de paz y progreso humano, social y espiritual. En la triste hora de la despedida, mientras su cuerpo mortal se confía a la tierra en espera de la resurrección, espero que la memoria de este servidor del Evangelio de Cristo ayude a cuantos ahora lo lloran y sirva de aliento a los que recogerán su herencia a la hora de guiar la venerable Iglesia Ortodoxa Rusa. Con afecto en el Señor Resucitado". Por su parte, el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, expresó su dolor por la muerte del patriarca, que "había sido llamado -escribe en una nota- a guiar la Iglesia Ortodoxa Rusa en un período de grandes cambios, y su liderazgo hizo posible que la Iglesia afrontase los cambios de transición desde la era soviética hasta el presente con vitalidad interior renovada". El cardenal Kasper recuerda sus "numerosos encuentros con Su Santidad, que siempre expresó su buena voluntad hacia el Santo Padre y su deseo de fortalecer la colaboración con la Iglesia católica. Nunca se ha dudado de su compromiso personal por mejorar las relaciones con la Iglesia católica, a pesar de las dificultades y tensiones".
Fuente: Servicio de Prensa de la Santa Sede.
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