jueves, 12 de noviembre de 2009
Como decir la oración de Jesús (1)
Sabéis que nuestra respiración consiste en inhalar y exhalar el aire.El órgano que nos sirve para ello son los pulmones, que se hallan alrrededor del corazón, de modo que el aire que penetra en ellos envuelve también el corazón. La respiración es así un modo natural de acceder al corazón. De manera que después de recoger nuestra mente la dirigimos hacia el canal de la respiración por donde el aire llega al corazón y junto con ese aire inhalado hacemos que la mente descienda hacia el corazón y permanezca en él. Acostumbremosla a no abandonar el corazon demasiado pronto, pues al principio se siente muy sola en esa reclusión interior y aprisionamiento. Pero cuando se acostumbra sucede todo lo contrario, que empieza a desagradarle su circulación exterior sin finalidad dejando de hallar desagradable y fatigosa la contención interior. Cómo cuando uno ha permanecido mucho tiempo lejos de casa regresa y desborda de júbilo al ver nuevamente a sus hijos y a su esposa, los abraza y no se cansa de hablar con ellos, así la mente, cuando se ha unido con el corazón, se llena de júbilo y gozo inefables. Entonces el hombre comprende que verdaderamente el Reino de los Cielos se halla dentro de nosotros, y al verlo dentro de sí quiere elevar una oración pura a fin de mantenerlo y consolidarlo allí.
Nicéforo el Solitario
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Esta Oración del Corazón, hermano, procuro hacerla antes de irme a dormir...después de completas...con un rosario en la mano me duermo... sellando el dia con la presencia y rostro de JESÚS en el corazón...
Y como dices en tu entrada...dice Nicéforo... esa mente debe descender hasta allí...un trayecto corto... pero indefinido a la vez.
Cercana...en el Corazón
Carmen.
Publicar un comentario