Un alma que no es solitaria no progresa. No puede subir. Cuando veo un alma que no es solitaria, me digo: «No pasará, es como un camello cargado. Es demasiado rica». En cambio, cuando todas las criaturas abandonan o hieren, el alma está, según la frase de Taulero, como el ciervo acosado por todas partes, que viendo cerradas todas las salidas y no quedándole más que el estanque, se precipita en él. Cuando tengáis una pena, precipitaos en Dios.
Robert de Langeac - La vida oculta en Dios
1 comentario:
Si...a menudo esas penas...ese sufrimiento... e includo ese dolor físico ya somatizado... nos ofrecen una oculta y a la vez manifiesta oprtunidad... El Abandono en ÉL.
Nuestra impotencia y nuestros límites se ponen sobre la mesa... y en lugar de generar odio, rabia, crítica, juicios resentimiento...quejas...hay allí mismo esa Puerta...de hacernos uno con esa manifestación y a través de ella con SU CREADOR.. SU ORIGEN .
Gracias... siempre.
Carmen
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