domingo, 30 de noviembre de 2008

Vida eremítica



La vida eremítica busca la unión con Dios que es personalmente experimentada, por medio del silencio, soledad, ayuno, y oración. La oración es tanto catafática (vocal) como apofática (sin palabras), pero con el énfasis en el tipo apofático, que es más alto. La vida eremítica busca profundidad en la oración apofática (oración silenciosa) por medio de una vida apofática, que quiere decir: hallando a Dios en la renuncia a los placeres de este mundo. Es verdad que vemos a Dios en todas las cosas de su buena creación; pero el camino más avanzado, enseñado por los místicos, es el que lo busca por medio de la renuncia de los placeres de este mundo, para tener un corazón indiviso para experimentarlo más profundamente. Por lo tanto, el comienzo de la jornada espiritual usa el camino catafática que ve a Dios en las cosas de su buena creación, y en la oración vocal; pero el fin de esta jornada entra en unión profunda con Dios al usar el más avanzado camino apofático, que renuncia a los placeres innecesarios de este mundo, y ora sin palabras.Muchos hoy se interesan en la oración contemplativa, la oración apofática, a veces llamada la oración centrante; pero no todos se interesan en perseguirla desde el contexto de la vida apofática, que es la vida eremítica de silencio, soledad, ayuno, y la renuncia de los placeres de este mundo. Tendremos el éxito más profundo en llegar a la unión con Dios y creceremos más en la oración mística si perseguimos la oración apofática desde el contexto de una vida apofática.La vida apofática es la vida ascética. Ella nos lleva a una profunda oración apofática y mística, y a una experiencia del amor de Dios. Así la manera apofática o ascética de vivir, que es la vida eremítica, nos lleva a la oración apofática o mística. La ascética lleva a la mística. La vida eremítica de oración y ayuno en el desierto es el camino ascético que lleva a una profunda oración mística. La vida apofática, ascética, o eremítica lleva a la oración apofática y mística, que es la unión con Dios. Los que tratan de practicar la oración contemplativa, la oración centrante, la oración apofática, la oración mística, la oración de silencio, o la oración de unión —todos nombres diferentes por la misma cosa— deben hacerlo desde dentro del contexto de la vida apofática, o al vivir apofáticamente.Sólo al vivir así, tendremos un corazón completamente indiviso, y seremos suficientemente purificados para crecer en una vida mística.
Fr. Steven Scherrer.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Efrén el Sirio


«Coloqué (la perla), hermanos, en la palma de mi mano para poder examinarla. La observé por todos los lados: tenía el mismo aspecto desde todos los lados. Así es la búsqueda del Hijo, inescrutable, pues es totalmente luminosa. En su limpidez, vi al Límpido, que no se opaca; en su pureza, vi al símbolo del cuerpo de nuestro Señor, que es puro. En su carácter indivisible, vi la verdad, que es indivisible» (Himno sobre la Perla 1, 2-3).

viernes, 28 de noviembre de 2008

CAMINO DE CONTEMPLACIÓN (1)



Andando por los distintos caminos, se llega a la certeza... A UNA certeza por lo menos. Lo que vemos, lo que hoy distinguimos, lo que tantas veces y con tanto calor aseguramos... Todo eso no es verdad tal cual lo suponemos.La VERDAD es de un hondura tal que no admite discursos vanos. Aún cuando nuestra búsqueda continúe y perdure, aún cuando no acabemos, o nos parezca que no acabamos, de buscar, aún entonces -digo- nuestra situación debe ser algo así como un respeto infinito por lo que se nos oculta a simple ojo.Quizá nos cuadre mejor decirlo de otro modo. Por lo que se nos oculta aunque lo estamos viendo siempre... Por eso que tenemos tan dentro y no alcanzamos a ver ... precisamente porque está demasiado dentro; porque nos es demasiado propio.Queremos PARTIR, situarnos más allá de nuestra habitual desesperación y dolor. El hombre puja y busca, no puede conformarse con sus SITUACIONES, con lo que aparentemente se le impone desde fuera o desde donde sea... El ansia de liberación es enorme y no podemos callar ni ignorar el sonoro eco de sus voces.Sobre todo cuando otro tipo de reclamos bullen en el alma, cuando los límites del tiempo y del espacio se revelan tan estrechos, es preciso luchar en pos de un horizonte que no acepte fronteras opresoras.

P. Fr. Alberto E. Justo, O.P. (guiadecontemplativos.4t.com )
Publicado por ErmitañoUrbano

ALGUNOS CONSEJOS SOBRE EL USO DE LOS ICONOS PARA LA ORACIÓN


El ICONO está destinado a facilitar la oración y la contemplación. No es por lo tanto objeto de adorno o decoración.
Ha sido creado para ayudar a los creyentes en la oración individual o comunitaria.
Mantenlo en un lugar oculto siempre que no estés en oración o veneración.
No es un objeto profano para mostrarlo a las amistades ni una decoración más o menos exótica para la casa.
Es una evocación de lo Sagrado a través de una imagen, una ventana a lo trascendente.
Antes de elegir un ICONO , mira bien si evoca en ti lo Sagrado .No tengas prisa en elegirlo. Tómate el tiempo necesarario.

SAN ESTILIANOS


San Estilianos nació en Paphlagonia en Asia Menor, alrededor del siglo V. heredó una gran fortuna de sus padres que donó a los pobres deseando ayudar a los más necesitados. Dejó su ciudad y se fue a un monasterio donde consagró su vida a Dios. Lleno de celo y devoción el demonio metió en el corazón de algunos monjes la envidia y los celos a la virtud de san Estilianos, teniéndo que abandonar el monasterio retirándose a una cueva del desierto en donde se entregó a la oración y el ayuno.La bondad y piedad del Santo atraían hacia si a los habitantes de Paphlagonia buscando su consejo y enseñanzas. Muchos fueron curados de sus enfermedades espirituales y corporales por sus oraciones. San Estilanos sentía una gran compasión por los niños a los que sanaba de sus enfermedades. Después de su muerte, sus conciudadanos confiaban en su intercesión para curar a los niños, poniendo su icono encima de la cama del niño para implorar su intercesión.A la hora de su muerte, su rostro se puso radiante y todos vieron como un ángel se llevaba su alma al cielo. Conocido por su protección a los niños a San Estilano se le representa iconográficamente con un niño en sus brazos. Los cristianos ortodoxos le pedimos que proteja a los niños y las mujeres que no pueden engendrar le piden que interceda por ellas.
Oh Dios, por las oraciones de San Estilanos, guarda y protege a nuestros niños de todo peligro y enfermedad. Prótejelos de los enemigos visibles e invisibles y hazlos crecer sanos física y espiritualmente, en sabiduría, fe y virtud.

REGLAS PARA UNA VIDA PIADOSA (3)



No hables en exceso, recordando que por cada palabra daremos explicaciones a Dios. Mejor es escuchar que hablar, ya que con las palabras es fácil caer en el pecado. No seas curioso en las novedades pues, ellas distraen el espíritu. No juzgues a nadie y piensa que tú eres el peor. Quien juzga a alguien se carga con sus pecados. Mejor reza por el pecador para que Dios por sus sendas lo enderece.
Si alguien no te hace caso contigo, no entres en discusión con el, pero si su actitud perjudica a otros, entonces toma las medidas necesarias, porque el bien común es mas importante que el bien personal.
Nunca discutas ni te justifiques, se humilde, silencioso y pacífico, toma todo con paciencia como nuestro Señor Jesucristo. El no te asignará una cruz superior a tus fuerzas y te ayudará a llevarla.
Pídele a Dios la gracia de realizar sus santísimos mandamientos lo mejor posible, a pesar de que te parezcan difíciles. Habiendo realizado algo bueno no esperes recompensa si no tentaciones, porque es durante las tentaciones cuando se pone a prueba el amor a Dios. No pienses en lograr una virtud sin sufrir pena. En las tentaciones no te desalientes y dirigiéndote a Dios reza con oraciones breves "Señor, ayúdame...ilumíname...no me dejes...ampárame" El Señor permite las tentaciones y al mismo tiempo da fuerzas para vencerlas.
Pídele a Dios que elimine de ti todo lo que alimenta el amor propio, aunque para ti sea amargo. Evita ser frío, dubitativo, suspicaz, falso, competidor, abatido... Debes que ser franco y sencillo en el trato con el prójimo. Con humildad recibe las ordenes de otros a pesar de que tu seas mas inteligente y tengas mayor experiencia.
Arzobispo Platón

jueves, 27 de noviembre de 2008

SOBRE EL DOMINIO DE SÍ







Abba Macario decía: "Si cuando reprendes a alguien te dejas llevar por la cólera, sacias tu propia pasión. No debes jamás destruirte a tí mismo ni por salvar a otro". (Alf, Macario, 17)

miércoles, 26 de noviembre de 2008


La Oración de Jesús es una corriente de espiritualidad dentro de la mística ortodoxa.
Esta oración consiste en una invocación incesante del nombre de Jesús, y encuentra su fuerza en la virtud del nombre divino. El nombre de Yahvé en el Antiguo Testamento y el de Jesús en el Nuevo ,particularmente en el libro de los Hechos: “Aquel que invoque el nombre de Jesús será salvo” Hech.2,21. Se trata del grito del ciego de Jericó que implora a Jesús la curación y también del publicano.
Las palabras pueden variar, pero se aconseja una formula breve y fija ( oración monológica).
“Que vuestra oración ignore toda multiplicidad: una sola palabra bastó al publicano y al hijo prodigo para obtener el perdón de Dios .Que no exista afectación en las palabras de vuestra oración ¡cuántas veces los balbuceos simples y monótonos de los niños conmueven a su padre!”(San Juan Clímaco .La santa Escala).
La Oración de Jesús puede empezar con una oración recitada un cierto número de veces con ayuda del rosario ortodoxo o Komboskini hecho de lana trenzada. Se pueden rezar uno o varios a ciertas horas del día, pero éste no es sino un medio para conducirnos a la oración interior.
No se trata aquí de realizar actos meritorios, número de rosarios u oraciones, sino que la oración de Jesús se identifique con los latidos de nuestro corazón, como única preocupación. Que brote de él como fuente de agua viva.
Solo así la oración de Jesús se convertirá en oración incesante.

martes, 25 de noviembre de 2008

ASPECTOS DE LA VOCACIÓN EREMÍTICA


No pretendo diseñar un tratado de la vida solitaria. No pretendo añadir absolutamente nada a la luminosa tradición. Sólo es mi intención ahora hablar de la ermita escondida en el corazón, de la vocación a la soledad de todo viandante. Porque nada existe en la Iglesia que no sea una suerte de arquetipo para otras realidades, ya que comulgan todas en el mismo Misterio del Único Cuerpo Místico de Jesucristo.
Los caminos de la soledad se descubren, con harta frecuencia, en las horas de dolor, de sufrimiento. Sobre todo cuando ese mismo dolor es escondido y sin testigos; cuando –en suma- se cae en la cuenta de que nadie lo conoce y pasa desapercibido para cualquier observador.
Esta es una condición que abre la profundidad: no recibir atención. Se trata, en efecto, de una vida sin testigos. Cuando el peregrino acierta a descubrir esa calidad inaudita de su tesoro, que supera cualquier estima o valoración humana, se dará cuenta de la urgencia de mudar su atención y de dirigirla hacia otro horizonte.
La primera nota que vamos a destacar es lo que podemos denominar aceptación. En efecto, comporta una actitud y un hábito de reflexión, asumiendo, con seriedad y júbilo, lo que es dado desde el principio: el propio cuerpo y la propia historia. Y, al mismo tiempo, el ámbito de la peregrinación, a saber, el espacio y el tiempo, la hora y el lugar.
Ahora bien, esta aceptación no se realiza de una sola vez en algún momento ideal de la vida. Al contrario, su urgencia se va manifestando con el tiempo, con la misma experiencia. Y aquello que parece que debiera darse al inicio se da, sin embargo, al final.
Por otra parte aceptación no significa resignación. Cuando ya no queda más remedio, cuando las circunstancias ahogan, en suma, cuando todas las salidas están cerradas no queda otra que aceptar lo que toca... Pero no ha de ser así. Precisamente de este modo resignado se pierde toda la bondad de la situación y la oportunidad de pasar más adelante.
Aceptar se entiende, ante todo, como una actitud contemplativa que empieza por maravillarse y admirarse. Y asume el don, sin más, como cosa propia y con gozo.
No es el sufrimiento el que ha de invalidar o disminuir la aceptación en la vida del peregrino. Quizá sea a raíz de una pena, de algún fracaso, como llegue a entrever lo mejor de su actitud. Porque, tantas veces, el dolor hace transparente la muralla que nos separa de la verdad.
Queda señalado este primer paso, cuyas consecuencias y características son múltiples. Sin duda una aceptación verdadera comporta la asunción de lo que se posee, de algún modo, o de lo que no se posee en absoluto. Y, desde luego, lo que al prójimo respecta y pertenece. Todo lo cual es una disposición para el gozo de ser, de abrir los ojos a la irrenunciable aurora. Es claro que estamos proponiendo otra visión u otra forma de entender lo que comporta o no comporta poseer.
Es posible que lo que aprendemos a aceptar en los otros lo llevemos también en el corazón. La alegría por el bien ajeno acabará por dar al sujeto eso que ha sabido descubrir y valorar en otros, con independencia de sí mismo y con generosidad. Por otra parte, con la delicadeza de sus sentimientos, ha pasado más allá de lo aparente y de lo inmediato y superado cualquier vulgaridad egoísta.
Aprender a aceptar es el comienzo de un camino. Y habrá, a cada paso, descubrimientos singulares a raíz de la transparencia de las cosas. El peregrino sabe que su andar es de un valor inmenso. Cada período, cada jornada, cada ocasión, cada vuelta es de inimaginable fecundidad.
Surge de los acontecimientos una constatación peculiar, que no podemos pasar por alto. El deseo del corazón sobrepasa las ocasiones, las figuras, las imágenes, los tiempos y los lugares que se ofrecen en este mundo para satisfacerlo. Desde luego que esta es una verdad muy vieja. Cualquiera puede alcanzarla a partir de su experiencia por más modesta que ésta sea... Pero la respuesta comporta que ya mismo pueda encontrar el peregrino su propia senda.
No se trata de aguardar a mañana ni de sacudir los aires con indignación por nuestra indigencia. Reconocemos que no hay caminos, ni instituciones, que lleguen a responder en plenitud. Por tanto cualquier limitación abrirá otras puertas en zonas más profundas e inesperadas.
La vida solitaria es, en realidad, un descubrimiento maravilloso de nuestra condición más profunda y de esa persona escondida que late y vive bajo las apariencias de una estructura, del “yo” falso y postizo de la superficie.
La recuperación del “fondo del alma”, el descenso al corazón, de nuevo hallado, indican el camino que todo peregrino sigue hacia la plenitud.
Téngase presente que esta condición no se adquiere. Simplemente se descubre ya existente cuando se es llamado. Llega la hora con sencillez y no acertamos a fijar fecha alguna... ¿Cuándo empezó? ¿En qué momento me di cuenta de este especial llamado a la soledad interior? Todo esto no cuenta, carece de importancia. Lo que debe subrayarse es la originalidad del hecho, porque, en efecto, cada caso es irrepetible y no se reduce caprichosamente a ningún género. Dios llama personalmente y los caminos conciernen a los que por allí andarán.
Tampoco es necesario hacer algo. La primera actitud de quien es llamado a la soledad interior es aprestarse y permanecer a la escucha. Es una atención nueva para estar y quedarse en el corazón.
Hasta que llega la hora del sufrimiento que no esperábamos... Entonces la soledad adquiere una dimensión totalmente nueva, desvela y descubre lo que no puede imaginarse, rescata de las sombras sentidos que la razón jamás hubiera visto sola. Es curioso que los momentos en los cuales aparece la novedad de un dolor se sucedan, sin apelación, en esta soledad que no puede calificarse. En esta soledad que parece querer agudizar y ahondar toda herida; en esta soledad que nos enfrenta a la impotencia y al fracaso.
Pero es indudable que la soledad no puede pensarse fuera de la única verdadera: la soledad del Salvador.
Sépase: poco importa el “fracaso” o el “desengaño” exterior... Nada. Porque hay caminos profundos que la soledad y el silencio nos trazan y nos enseñan. Cuando no hay luz, juguemos a la luz. Cuando no hay alegría, juguemos a la alegría... ¿Acaso San Francisco no le proponía al Hermano León, “ovejuela de Dios”, “jugar” a la ”perfecta alegría”? Si te reciben mal y te alegras; si oyes, por ahí, tu mal, y te alegras; si tienes ¡tantas veces! que “dar tu otra mejilla”, y te alegras... ¿No estás –acaso –empeñado en un admirable juego de “creatividad” y de arte sublime? Hay que pensar mucho y reflexionar acerca de todo ello, cuando el hombre ha desterrado la belleza de su horizonte y el juego desinteresado de su actividad.

P. Fray Alberto Justo O.P. (Del blog ermitaño urbano)

lunes, 24 de noviembre de 2008

Reglas para una vida piadosa (2)



Predisponete cada mañana de tal manera como si recién te hubieses decidido a ser Cristiano y vivir según los mandamientos de Dios.Comenzando tus tareas procura realizar todo para Gloria de Dios.No inicies ningún trabajo sin oración, porque lo que realizamos sin oración termina siendo innecesario o perjudicial. Son ciertas las palabras de Dios: "Sin Mi no puedes hacer nada."Trata de parecerte al Salvador quien se esforzó, ayudando a José‚ y a su purísima Madre.Todos tus esfuerzos hazlos con bondad en el alma esperanzado la ayuda de Dios. Es bueno repetir constantemente la oración: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mi pecador."Si tus esfuerzos se realizan con éxito, agradécele a Dios, y si no son satisfactorios, entrégate a la voluntad de Dios, pues el piensa en nosotros y encamina todo hacia lo mejor.Todo lo difícil tómalo, para el perdón de los pecados con espíritu de obediencia y mansedumbre.Reza antes de comer, para que Dios bendiga la comida y la bebida y después de comer agradécele y ruega no perder los bienes espirituales. Es bueno levantarse de la mesa sin haberse saciado totalmente. Los miércoles y viernes ayuna siguiendo el ejemplo de los primero cristianos.No seas avaro teniendo comida y ropa, se feliz con eso pareciéndote a Jesucristo que se humilló por nosotros.Trata de ser agradable a Dios en todo, para que tu conciencia no te haga padecer remordimientos. Minuciosamente controla tus pensamientos, sentimientos y los movimientos de tu corazón recordando que Dios te observa en todo lugarElude hasta los pecados menores, para no caer en los mas grandes. Cualquier pensamiento especialmente el impuro , que te aleja de Dios inmediatamente expúlsalo de tu corazón, como a una chispa de fuego que cae sobre tu vestimenta. Si no quieres que los malos pensamientos te acosen, recibe con tranquilidad la humillación de la gente.
Arzobispo Platón

APOTEGMA






Uno de los hermanos había pecado, y el sacerdote le mandó que abandonase la comunidad. Entonces el santo abad Besarión se levantó y salió con él, diciendo: ¡Yo también soy un pecador!.

SILENCIO Y PLENITUD


Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz de Dios dentro de ti llamándote a vivir plenamente.

sábado, 22 de noviembre de 2008

APOTEGMA











Cierto hermano fue al abad Poemen y le dijo: ¿Qué debo hacer, Padre? Siento una gran tristeza. El anciano le dijo: No desprecies nunca a nadie, no condenes nunca a nadie, no hables nunca mal de nadie, y el Señor te otorgará la paz.

viernes, 21 de noviembre de 2008

EL ICONO


El icono oriental, gracias a las reglas teológicas impuestas, ofrece el máximo de fidelidad bíblica y de objetividad eclesial. La estructura del dibujo, los colores profundos; los oros confieren ese reflejo de la encarnación y de la escatología indispensable en la auténtica imagen litúrgica. El icono plano, por otra parte, evita al máximo un cierto “humanismo” que la estatua sustenta a menudo en la piedad (2). Una vida interior alimentada por la Palabra de Dios, con la ayuda de iconos litúrgicos auténticos, no corre el riesgo de desviarse en la sensiblería o la cursilería sulpiciana. Aquí Occidente no ha sido a menudo lo bastante vigilante en su tolerancia de las imágenes como “biblia de los sencillos”. Está insuficientemente situado en un plano teológico para acoger la imagen como consecuencia de la encarnación y de la escatología, en vez de tolerarla a causa de las masas que necesitan de ellas. En los periodos de purificación se suprime entonces las estatuas o se las relega en las capillas. No se tiene como en la ortodoxia un criterio que permita evitar la dulía sensiblona y cursi de innumerables estatuas de azúcar, como igualmente el ardor iconoclasta de periodos de purificación que no desean más que el dibujo de trazo y los perfiles de alambre.

COMPASION


Para conmoverse por los sufrimientos ajenos, es necesario triunfar sobre el amor propio y mandar sobre uno mismo. El corazón que tiene piedad y comprende la debilidad, encuentra la verdadera paz.

jueves, 20 de noviembre de 2008

SERENIDAD


Siéntate cómodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado. No hay necesidad de llevar un equipaje pasado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Cómo llegar al silencio interior?




A veces permanecemos en silencio, pero en nuestro interior discutimos fuertemente, confrontándonos con nuestros interlocutores imaginarios o luchando con nosotros mismos. Mantener nuestra alma en paz supone una cierta sencillez: «No pretendo grandezas que superan mi capacidad.» Hacer silencio es reconocer que mis preocupaciones no pueden mucho. Hacer silencio es dejar a Dios lo que está fuera de mi alcance y de mis capacidades. Un momento de silencio, incluso muy breve, es como un descanso sabático, una santa parada, una tregua respecto a las preocupaciones...

IDENTIFICARSE CON LAS COSAS


Un especialista que solamente es especialista es sólo medio hombre.

Los prados y los campos en donde se trabaja desde la mañana a la tarde tienen matices que cambian a cada hora, con el color del cielo y del alma, y que un artista apenas puede percibir en sus paseos, en momentos elegidos.

Uno debe identificarse con las cosas para conocerlas y para traducirlas.


Dom A. Guillerand

lunes, 17 de noviembre de 2008

REGLAS PARA UNA VIDA PIADOSA (1)


Acostúmbrate a levantarte temprano y en un horario especifico. Apenas te despiertes, eleva tus pensamientos a Dios, persígnate y agradécele el paso de la noche y sus misericordias hacia ti. Pídele que Él dirija tus pensamientos, deseos y sentidos, para que todo lo que digas y hagas sea de su agrado.Mientras te vistas recuerda que estás ante la presencia de Dios y del Angel Guardián. Pídele a nuestro Señor Jesucristo que te vista con el ropaje de la salvación.Después de higienizarte reza por la mañana arrodillándote, concentrándote y humildemente, como corresponde ante la mirada del Todopoderoso. Pídele tener fe, esperanza y amor y además fuerza para recibir serenamente, lo que te traerá el nuevo día con sus complicaciones. Pídele que bendiga tus sacrificios y que te ayude a realizar tu tarea, eludiendo el pecado.Si puedes lee algo de la Biblia, especialmente del Nuevo Testamento o los Salmos. Lee con el deseo de recibir la iluminación espiritual inclinando tu corazón hacia la humildad. Lee un poco, después medita, luego sigue leyendo, atendiendo a lo que Dios le inculca a tu corazón.Esfuérzate aunque sea un cuarto de hora para meditar sobre las verdades de la fe y sobre lo que has leído de provechoso para tu alma.Siempre agradece a Dios el no haber perecido en los pecados, y que El se preocupa por ti y siempre te lleva hacia el Reino de los cielos.


Arzobispo Platón

APOTEGMA


El abad José de Tebas decía: "Hay tres clases de hombres que son enaltecidos a los ojos de Dios: Primero, aquellos que cuando están enfermos o son tentados, aceptan todas las cosas con acción de gracias. Segundo, los que realizan todas sus obras limpiamente delante de Dios, y en modo alguno buscando sólo agradar a los hombres. Tercero, los que permanecen sujetos a la dirección de su padre espiritual y renuncian al egoísmo.

jueves, 13 de noviembre de 2008

INVOCACIÓN COPTA


"O Dios, acuérdate de nuestros padres santos: los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, los confesores, los heraldos, los predicadores, los evangelistas y de todos los espíritus justos que fueron perfectos en tu fe. Y por de pronto, de la Dama de todos, la Theotocos santa y siempre virgen, Santa María, y San Juan Bautista, el precursor, el profeta, el mártir; de San Etienne protomártir y de todos los coros de mártires. Y consigue que por su intercesión, seamos dignos, Señor, de participar con ellos en el grupo de los bienaventurados, ante el tribunal de tu único Hijo, Jesucristo, nuestro Señor"

martes, 11 de noviembre de 2008

LA MAREA HUMANA FRENTE AL INFINITO



¿Qué es un hombre en la inmensa marea humana, que se mueve desde hace tantos siglos, y que puede continuar su movimiento durante mucho tiempo? ¿Qué es esta marea inmensa en la marea indefinida que Dios no pudo haber realizado?

¿Qué es ésto frente a Dios infinito?


Apenas un vestigio sobre la arena, una sombra sobre el horizonte, la huella de una flecha en el aire que ha atravesado....


Dom A. Guillerand, Cartujo

jueves, 6 de noviembre de 2008

APOTEGMA












El abad Hiperiquio decía: Es mejor comer carne y beber vino que, mediante la calumnia y descalificación, devorar la carne de tu hermano.

lunes, 3 de noviembre de 2008

DAR O DARSE


"No hay cosa que más desee Dios que apiadarse y socorrer. Dios está a la expectativa-iba a decir que con impaciencia, si de ella fuera capáz-por poder hacerlo. Ese ser que "es" es el Amor mismo, el Don de Sí. Su vida es darse. No hace otra cosa. Eternamente... "


Cara a cara con Dios. Dom A. Guillerand, cartujo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La Katisma


La Katisma. Se trata de una pequeña choza la cual es ocupada por un solo monje que lleva una vida eremítica. Para tomar posesión de ella, el monje antes debe pagar una suma de dinero ya especificada. El ermitaño o katismatario recibirá por el resto de su vida una ración de pan de su Monasterio.

San Siluan acerca del Amor


San Siluan acerca del Amor
San Juan el Divino declara que los mandamientos de Dios ‘no son dolorosos’ sino una luz llena. Pero son luz solamente donde está el amor – si no esta presente, todo es difícil. Por lo tanto, preserva el amor, no lo pierdas, aunque es posible recuperar el amor, esto solo es posible a costa de muchas lágrimas y oración, y sin amor la vida en el mundo es dura. Continuar en malicia significa la muerte del alma, de la cual que el Señor nos resguarde. (St. Siluan the Athonite. pg. 428)

sábado, 1 de noviembre de 2008

LA ORACIÓN DE JESÚS



La Oración de Jesús es una corriente de espiritualidad dentro de la mística ortodoxa.
Esta oración consiste en una invocación incesante del nombre de Jesús, y encuentra su fuerza en la virtud del nombre divino. El nombre de Yahvé en el Antiguo Testamento y el de Jesús en el Nuevo ,particularmente en el libro de los Hechos: “Aquel que invoque el nombre de Jesús será salvo” Hech.2,21. Se trata del grito del ciego de Jericó que implora a Jesús la curación y también del publicano.
Las palabras pueden variar, pero se aconseja una formula breve y fija ( oración monológica).
“Que vuestra oración ignore toda multiplicidad: una sola palabra bastó al publicano y al hijo prodigo para obtener el perdón de Dios .Que no exista afectación en las palabras de vuestra oración ¡cuántas veces los balbuceos simples y monótonos de los niños conmueven a su padre!”(San Juan Clímaco .La santa Escala).
La Oración de Jesús puede empezar con una oración recitada un cierto número de veces con ayuda del rosario ortodoxo o Komboskini hecho de lana trenzada. Se pueden rezar uno o varios a ciertas horas del día, pero éste no es sino un medio para conducirnos a la oración interior.
No se trata aquí de realizar actos meritorios, número de rosarios u oraciones, sino que la oración de Jesús se identifique con los latidos de nuestro corazón, como única preocupación. Que brote de él como fuente de agua viva.
Solo así la oración de Jesús se convertirá en oración incesante.

APOTEGMA






Cierto hermano fue al abad Poemen y le dijo: ¿Qué debo hacer, Padre? Siento una gran tristeza. El anciano le dijo: No desprecies nunca a nadie, no condenes nunca a nadie, no hables nunca mal de nadie, y el Señor te otorgará la paz.