San Basilio, El Grande, arzobispo de Cesarea de Capadocia, recibió su educación primaria en una familia muy piadosa. Su abuela, su hermana, su madre y su hermano fueron canonizados. Su padre era profesor de elocuencia y abogado. Al terminar sus estudios en Cesarea, Basilio estudió en famosas escuelas de Atenas. Al regresar a su patria fue bautizado y fue asignado al clero como lector. Después, durante mucho tiempo él vive con los ermitaños en Siria, Mesopotamia, Palestina y Egipto. La vida en el desierto le agradaba a Basilio. Él encontró un lugar donde instaló su refugio. Con él estaba su amigo de la infancia San Gregorio (El Teólogo). El arzobispo de Cesarea Eusebio hizo regresar a San Basilio del desierto y lo ordenó como presbítero. En el puesto del presbítero, siendo el ayudante más cercano al arzobispo en los asuntos de la dirección de la Iglesia, San Basilio trabajaba mucho hasta el agotamiento. Él predicaba todos los días, a veces dos veces por día. En Cesarea y sus alrededores él organizó hospitales, asilos y casas para los peregrinos.Tras la muerte de Eusebio (año 370), San Basilio fue ascendido a la cátedra de Cesarea. Casi todo el tiempo durante su servicio como arzobispo tuvo una tensa y dura lucha con los arrianos, los cuales tenían gran fuerza en los tiempos del emperador Constancio y más todavía en los tiempos del emperador Valiente (los arrianos negaban la Divina naturaleza del Señor Jesús Cristo). En su lucha con los arrianos San Basilio continuaba la labor de San Atanasio e igual a él era el irrompible pilar de la Ortodoxia. Le decían al emperador Valiente que si Basilio se rinde el arrianismo triunfaría definitivamente. Entonces Valiente envió a Cesarea al prefecto llamado Modesto, famoso por su crueldad en la persecución de los ortodoxos. Muy arrogante, Modesto llegó a Cesarea e hizo llamar a San Basilio. Al principio trataba de convencerlo, tentándolo con las promesas de diferentes favores del emperador si San Basilio se relaciona con los obispos inclinados al arrianismo. Luego, viendo su firmeza comenzó a amenazarlo con el secuestro de bienes, con destierro perpetuo y con la muerte. Con coraje San Basilio le contestaba: "No tengo miedo al destierro porque toda la tierra es del Señor, es imposible quitar los bienes al quien no tiene nada, la muerte es para mi un bien porque me unirá con el Cristo para quien yo vivo y trabajo." La grandeza de San Basilio sorprendió al prefecto. "Hasta este momento nadie se animó a hablar conmigo de esta forma" le dijo. "Tal vez tu nunca tuviste la oportunidad de hablar con obispo" le contestó modestamente San Basilio.En este tiempo, el mismo emperador llegó a Cesarea. El emperador fue a la iglesia (en el día de Epifanía) donde oficiaba San Basilio. Su piadoso santo oficio y la gran multitud de la gente rezando enternecidamente sorprendieron al emperador. Sin embargo, tomó todas las medidas para que San Basilio acepte algún arreglo con los arrianos. Al encontrarse con la resuelta negativa, lo condenó al destierro. La inesperada enfermedad de su hijo hizo que suspenda la sentencia y pida al Santo sus oraciones. Entonces los arrianos lograron que por lo menos sería reducida la zona del arzobispo. (Anoimo — el obispo de la nueva zona de la ciudad de Tiana se convirtió en su rival y enemigo).Para preservar a su diócesis de las intrigas de los arrianos, San Basilio organizó una diócesis especial en la ciudad de Sasima, ubicada justo en el limite de las zonas divididas. Para esta cátedra tan importante en la lucha con los arrianos él puso al frente a su amigo San Gregorio, al cual hace poco tiempo había ordenado como obispo. Pero San Gregorio no quiso ocupar este inquieto puesto porque no respondía a su estado espiritual.Además de abnegada defensa de la Ortodoxia contra el arrianismo, el arzobispo Basilio había prestado otros grandes servicios a la Iglesia. Toda su vida y especialmente los 9 años de su servicio como arzobispo estaban llenas de una imparable labor. Sus numerosas cartas muestran su preocupación y el dolor de su alma relacionados con los desordenes en la Iglesia. También muestran como él se preocupaba para que haya paz en el ambiente episcopal. Los refugios para los pobres, organizados por él que fueron pagados por una parte con el dinero que él había heredado de sus padres y por otra parte con las donaciones. Estas obras eran tan grandes que parecía una ciudad. Durante las épocas de hambre en Cesarea, lo ciudadanos encontraron en él un generoso bienhechor. Él fue fundador de alguno famosos conventos para los monjes y también creó las reglas de vida y de comportamiento de los monjes, las cuales rigen en la actualidad.El piadoso santo oficio de San Basilio sorprendió mucho a Valiente. Pero nosotros tenemos otro testimonio por parte del otro y más importante apreciador de la belleza espiritual — San Efrén de Siria. Guiado por la Divina insinuación, San Efrén llegó a la iglesia donde oficiaba San Basilio y fue tan impresionado y motivado por todo lo visto y escuchado allí que expresó sus sentimientos en voz alta en su idioma sirio, llamando la atención de la gente. Esto sirvió para que entre San Basilio y San Efrén se establezca una amistosa relación, lo que está demostrado en sus cartas. San Basilio se preocupaba por la uniformidad y el orden de los santos oficios, por eso explicó el orden de la Liturgia apostólica, la que se conoce como la Liturgia de San Basilio. Esta Liturgia se realiza todos lo domingos durante la Gran Cuaresma y en algunos otros días. También compuso numerosas oraciones de uso en la iglesia. Las más conocidas son las que se leen de rodillas en el día de la Santa Trinidad. Para la Iglesia tienen mucha importancia los escritos de San Basilio, especialmente "El Hexamerón" (sobre los 6 días de la creación del Mundo) en los cuales él se manifiesta no solo como un gran teólogo sino también como científico con dominio de las ciencias naturales. También llegaron a nosotros: 13 homilías sobre los salmos, 25 homilías para distintas ocasiones, 5 libros contra los arrianos y "Los Ascéticos" sobre la Divinidad del Espíritu Santo.La dura labor y dolores del alma agotaron sus fuerzas y él terminó su vida a los 50 años. El 1 de enero del año 379.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
1 de Enero: San Basilio el Grande, Arzobispo de Cesarea.
San Basilio, El Grande, arzobispo de Cesarea de Capadocia, recibió su educación primaria en una familia muy piadosa. Su abuela, su hermana, su madre y su hermano fueron canonizados. Su padre era profesor de elocuencia y abogado. Al terminar sus estudios en Cesarea, Basilio estudió en famosas escuelas de Atenas. Al regresar a su patria fue bautizado y fue asignado al clero como lector. Después, durante mucho tiempo él vive con los ermitaños en Siria, Mesopotamia, Palestina y Egipto. La vida en el desierto le agradaba a Basilio. Él encontró un lugar donde instaló su refugio. Con él estaba su amigo de la infancia San Gregorio (El Teólogo). El arzobispo de Cesarea Eusebio hizo regresar a San Basilio del desierto y lo ordenó como presbítero. En el puesto del presbítero, siendo el ayudante más cercano al arzobispo en los asuntos de la dirección de la Iglesia, San Basilio trabajaba mucho hasta el agotamiento. Él predicaba todos los días, a veces dos veces por día. En Cesarea y sus alrededores él organizó hospitales, asilos y casas para los peregrinos.Tras la muerte de Eusebio (año 370), San Basilio fue ascendido a la cátedra de Cesarea. Casi todo el tiempo durante su servicio como arzobispo tuvo una tensa y dura lucha con los arrianos, los cuales tenían gran fuerza en los tiempos del emperador Constancio y más todavía en los tiempos del emperador Valiente (los arrianos negaban la Divina naturaleza del Señor Jesús Cristo). En su lucha con los arrianos San Basilio continuaba la labor de San Atanasio e igual a él era el irrompible pilar de la Ortodoxia. Le decían al emperador Valiente que si Basilio se rinde el arrianismo triunfaría definitivamente. Entonces Valiente envió a Cesarea al prefecto llamado Modesto, famoso por su crueldad en la persecución de los ortodoxos. Muy arrogante, Modesto llegó a Cesarea e hizo llamar a San Basilio. Al principio trataba de convencerlo, tentándolo con las promesas de diferentes favores del emperador si San Basilio se relaciona con los obispos inclinados al arrianismo. Luego, viendo su firmeza comenzó a amenazarlo con el secuestro de bienes, con destierro perpetuo y con la muerte. Con coraje San Basilio le contestaba: "No tengo miedo al destierro porque toda la tierra es del Señor, es imposible quitar los bienes al quien no tiene nada, la muerte es para mi un bien porque me unirá con el Cristo para quien yo vivo y trabajo." La grandeza de San Basilio sorprendió al prefecto. "Hasta este momento nadie se animó a hablar conmigo de esta forma" le dijo. "Tal vez tu nunca tuviste la oportunidad de hablar con obispo" le contestó modestamente San Basilio.En este tiempo, el mismo emperador llegó a Cesarea. El emperador fue a la iglesia (en el día de Epifanía) donde oficiaba San Basilio. Su piadoso santo oficio y la gran multitud de la gente rezando enternecidamente sorprendieron al emperador. Sin embargo, tomó todas las medidas para que San Basilio acepte algún arreglo con los arrianos. Al encontrarse con la resuelta negativa, lo condenó al destierro. La inesperada enfermedad de su hijo hizo que suspenda la sentencia y pida al Santo sus oraciones. Entonces los arrianos lograron que por lo menos sería reducida la zona del arzobispo. (Anoimo — el obispo de la nueva zona de la ciudad de Tiana se convirtió en su rival y enemigo).Para preservar a su diócesis de las intrigas de los arrianos, San Basilio organizó una diócesis especial en la ciudad de Sasima, ubicada justo en el limite de las zonas divididas. Para esta cátedra tan importante en la lucha con los arrianos él puso al frente a su amigo San Gregorio, al cual hace poco tiempo había ordenado como obispo. Pero San Gregorio no quiso ocupar este inquieto puesto porque no respondía a su estado espiritual.Además de abnegada defensa de la Ortodoxia contra el arrianismo, el arzobispo Basilio había prestado otros grandes servicios a la Iglesia. Toda su vida y especialmente los 9 años de su servicio como arzobispo estaban llenas de una imparable labor. Sus numerosas cartas muestran su preocupación y el dolor de su alma relacionados con los desordenes en la Iglesia. También muestran como él se preocupaba para que haya paz en el ambiente episcopal. Los refugios para los pobres, organizados por él que fueron pagados por una parte con el dinero que él había heredado de sus padres y por otra parte con las donaciones. Estas obras eran tan grandes que parecía una ciudad. Durante las épocas de hambre en Cesarea, lo ciudadanos encontraron en él un generoso bienhechor. Él fue fundador de alguno famosos conventos para los monjes y también creó las reglas de vida y de comportamiento de los monjes, las cuales rigen en la actualidad.El piadoso santo oficio de San Basilio sorprendió mucho a Valiente. Pero nosotros tenemos otro testimonio por parte del otro y más importante apreciador de la belleza espiritual — San Efrén de Siria. Guiado por la Divina insinuación, San Efrén llegó a la iglesia donde oficiaba San Basilio y fue tan impresionado y motivado por todo lo visto y escuchado allí que expresó sus sentimientos en voz alta en su idioma sirio, llamando la atención de la gente. Esto sirvió para que entre San Basilio y San Efrén se establezca una amistosa relación, lo que está demostrado en sus cartas. San Basilio se preocupaba por la uniformidad y el orden de los santos oficios, por eso explicó el orden de la Liturgia apostólica, la que se conoce como la Liturgia de San Basilio. Esta Liturgia se realiza todos lo domingos durante la Gran Cuaresma y en algunos otros días. También compuso numerosas oraciones de uso en la iglesia. Las más conocidas son las que se leen de rodillas en el día de la Santa Trinidad. Para la Iglesia tienen mucha importancia los escritos de San Basilio, especialmente "El Hexamerón" (sobre los 6 días de la creación del Mundo) en los cuales él se manifiesta no solo como un gran teólogo sino también como científico con dominio de las ciencias naturales. También llegaron a nosotros: 13 homilías sobre los salmos, 25 homilías para distintas ocasiones, 5 libros contra los arrianos y "Los Ascéticos" sobre la Divinidad del Espíritu Santo.La dura labor y dolores del alma agotaron sus fuerzas y él terminó su vida a los 50 años. El 1 de enero del año 379.
lunes, 29 de diciembre de 2008
ESTO ES AMOR....
“Vuelo en alas del amor por toda la casa. Tengo la impresión de andar dos pasos por el suelo y cuatro por el aire. Esto es amor: Y es consuelo. No me preocupo si es consuelo. No estoy apegado a las consolaciones. Amo a Dios. El amor me lleva por todas partes. No quiero hacer nada más que amar. Y cuando suena la campana tengo que dominarme apretando los dientes, porque este amor, amor secreto, amor escondido y amor oscuro, bulle dentro de mí y fuera de mí, donde no me cuido de hablar sobre él. En todo caso carezco de tiempo y de fuerzas para tratar tales materias. Sólo me queda tiempo para la eternidad, es decir, para el amor, el amor, el amor.El amor me empuja por todo el monasterio, me hace moverme de un lado a otro, el amor es lo único que me permite seguir adelante. El amor, cuando comienza, lleva un paso tan rápido que hay que sujetarse bien para no caer. Cualquier ritmo de celeridad es demasiado lento para el amor; en tanto que ninguna velocidad es excesiva para uno cuando se deja arrastrar por el amor. Tras ello sólo queda bogar de continuo sobre su corriente.Esto me abrasa. Estoy completamente agostado por el deseo, y sólo acierto a pensar en una cosa: permanecer en el fuego que me quema”.Thomas Merton
Del blog Amigos de Thomas Merton
Del blog Amigos de Thomas Merton
domingo, 28 de diciembre de 2008
Homilía de la Natividad de San Juan Crisóstomo
¡Me sorprende un nuevo y maravilloso misterio!Mis oídos resuenan ante el himno de los pastores, que no entonan una melodía suave sino un himno celestial ensordecedor.¡Los ángeles cantan!¡Los Arcángeles unen sus voces en armonía!¡Los Querubines entonan sus alabanzas llenas de gozo!¡Los Serafines exaltan Su gloria!Todos se unen para alabar en esta santa festividad, sorprendiéndose ante el mismo Dios aquí… en la tierra y el hombre en el cielo. Aquel que está arriba, por nuestra salvación reposa aquí abajo; y nosotros, que estábamos abajo somos exaltados por la divina misericordia.Hoy Belén se asemeja a los cielos, escuchando desde las estrellas el canto de las voces angélicas y, en lugar del sol, presencia la aparición del Sol de la Justicia. No pregunteis como es esto, porque donde Dios desea, el orden de la naturaleza es cambiado. Porque Él quiso, tuvo el poder para descender. Él salvó. Todo se movió en obediencia a Dios.Hoy, Aquel que es, nace. Y Aquel que es, se convierte en lo que no era. Porque cuando era Dios, se hizo hombre sin dejar de ser Dios.Y así los reyes llegaron, viendo al Rey celestial que vino a la tierra, sin traer ángeles, ni arcángeles, ni tronos, ni dominaciones, ni poderes, ni principados, sino iniciando un nuevo y solitario camino desde un seno virginal. Y sin embargo no olvidó a sus ángeles, no los privó de su cuidado, porque por su Encarnación no ha dejado de ser Dios.Y, mirad: los Reyes han llegado, para servir al Jefe de los ejércitos celestiales; las mujeres vienen a adorarlo, pues ha nacido de una mujer, para que cambie las penas del alumbramiento en gozo; las vírgenes, al hijo de la Virgen…Los niños vienen a adorarlo pues se hizo niño, porque de la boca de los niños sacará su alabanza; los niños, al niño que levantó mártires por la matanza de Herodes;Los hombres a Aquel que se hace hombre para curar las miserias de sus siervos.Los pastores, al Buen Pastor que da la vida por sus ovejas; los sacerdotes, a Aquel que se hace Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.Los siervos, a Aquél que tomó la forma de siervo, para bendecir nuestro servicio con la recompensa de la libertad (Fil 2:7);Los pescadores, al Pescador de la humanidad;Los publicanos, a Aquél que estando entre ellos los nombró evangelistas;Las mujeres pecadoras a Aquél que entregó sus pies a las lágrimas de la mujer arrepentida, y para que pueda abrazarlos también yo; todos los pecadores han venido, para poder ver al Cordero de Dios que carga con los pecados del mundo.Por eso todos se regocijan, y yo también deseo regocijarme. Deseo participar de esta danza y de este coro, para celebrar esta fiesta. Pero tomo mi lugar, no tocando el arpa ni llevando una antorcha, sino abrazando la cuna de Cristo.¡Porque ésta es mi esperanza!¡Ésta es mi vida!¡Ésta es mi salvación!¡Éste es mi canto, mi arpa! Y trayéndola en mis brazos, vengo ante vosotros habiendo recibido el poder y el don de la palabra, y con los ángeles y los pastores canto:¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!
sábado, 27 de diciembre de 2008
SANTA HUMILDAD
El arrepentimiento trabajoso, la aflicción que purifica de toda mancha y la santa humildad de los principiantes son tan diferentes una de otra como la levadura y la harina, del pan. El alma es triturada y refinada por el verdadero arrepentimiento; por medio del agua de una aflicción sincera, es conducida a una unión cierta con Dios y amasada, por así decir, con Él; sometida, luego, a la acción del fuego del Señor, llega a ser pan, y la santa humildad toma consistencia exenta de la levadura del orgullo. También, cuando esta santa cuerda de tres hebras, o mejor aún este arco iris, se resuelve en una sola entidad, que tiene una misma fuerza y una misma operación, adquiere caracteres y cualidades propias, y lo que designas como el signo de uno de sus elementos, es también la marca de los otros.
Vigesimo Quinto Escalón. S. Juan Clímaco.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
OLVIDO
"Es gozoso aceptar el olvido. La liberación comienza en ese desapego que deja sin consideración ni nostalgia los éxitos que pretende el mundo. No quise oír el juicio que se arrogan algunos particulares. Me olvidé de esas materias, considerándolas abstrusas y excesivas... No sé por dónde se han quedado. Y bien está así"
p. Alberto E. Justo op
La gracia divina y la voluntad humana (2)
La incorporación del hombre a Cristo y su unión con Dios, requieren la cooperación de dos fuerzas desiguales pero igualmente necesarias: la gracia divina y la voluntad humana.La voluntad (y no el entendimiento o el sentimiento), es el instrumento humano de la unión con Dios. No puede haber unión íntima con Dios si nuestra propia voluntad no es sumisa y conforme a la suya: "Tú no has querido ni sacrificio ni oblación... He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad" (Hb 10, 5-9).Nuestra voluntad débil permanecería impotente si la gracia de Dios no la previniera ni la sostuviera. "Por la gracia del Señor Jesús seremos salvos" (Hch 15, 11). Su gracia logra en nosotros la voluntad y la acción.El Oriente cristiano no llegó a sufrir las controversias que levantaron en Occidente las nociones de gracia y predestinación. En la Iglesia Ortodoxa, la idea de gracia ha guardado la frescura primaveral que la palabra kharis tenía para los griegos: belleza luminosa, regalo (don), serenidad, armonía.Los Padres griegos enfatizaron la importancia del libre arbitrio en la obra de la salvación. Es un fuerte contraste con San Agustín. San Juan Crisóstomo escribe: "Si entramos por el camino recto, Dios nos ayudará a caminar. Su gracia no previene nuestra libertad para forzarla si no no gozaríamos de nuestro libre albedrío". Estas palabras podrían parecer teñidas de cierto pelagianismo si no fuera porque los Padres griegos no tenían nada que ver con esta herejía. Al contrario, tuvieron que combatir una fatalista gnosis oriental. San Juan Crisóstomo reconocía plenamente la gracia preveniente y su necesidad. "Por vosotros mismos no valéis nada porque habéis recibido todo de Dios. De Él recibisteis todo lo que poseéis: sí, no esto o lo otro, sino todo lo que tenéis. No lo debéis a vuestros propios méritos sino a la gracia de Dios. Queréis atribuirlo a vuestra fe pero lo debéis a su gracia". Orígenes ya había enseñado que la gracia fortalece la energía de la voluntad sin destruir la libertad. San Efrén escribía sobre la necesidad de la ayuda de Dios.Clemente de Alejandría inventa la palabra synergeía (cooperación), para expresar la acción de estas dos energías combinadas: la gracia y la voluntad humana. Hoy todavía, el término y la idea de synergeía resumen la doctrina de la Iglesia Ortodoxa a este respecto.
Del Blog Luz Ortodoxa
domingo, 21 de diciembre de 2008
PELEGRINOS
"En la presente peregrinación algo nos ha de faltar siempre. La aspiración comporta continuar ardorosamente, con ese Fuego que recibimos y que se acrecienta sin cesar. Su presencia ya es todo, pero deseamos más. Una y otra instancia permanecen: el gozo de ser poseídos y el deseo no apagado. ¿Parece contradictorio? Parece, pero -desde luego- no lo es. Porque en el viaje está todo
Dios y Él mismo se hace viaje para que vayamos, sin desmayo, por Él y en Él "
Dom Porion, cartujo
“No tenían sitio en la posada”
Icono Natividad
El se conformó con un simple pesebre.
Nosotros le hemos echado también de allí.
Hemos sustituido la paja verdadera para poner la dorada, un pesebre refinado según nuestra vanidad y tontería…. y así Dios queda excluido aunque finjamos acogerlo.
Hay algo peor que no dejarle sitio.
Es colocarlo según nuestros gustos.
Si El se presentase de verdad en nuestra casa… bajo el disfraz de un emigrante, un refugiado o un anciano….
Reconozcámoslo: un “nacimiento” que no sea el que guardamos en el trastero y desempolvamos cada año, sino el que habría que preparar abriendo de par en par las puertas de nuestra particular “posada” nos da miedo.
Se nos atragantaría el turrón.
El se conformó con un simple pesebre.
Nosotros le hemos echado también de allí.
Hemos sustituido la paja verdadera para poner la dorada, un pesebre refinado según nuestra vanidad y tontería…. y así Dios queda excluido aunque finjamos acogerlo.
Hay algo peor que no dejarle sitio.
Es colocarlo según nuestros gustos.
Si El se presentase de verdad en nuestra casa… bajo el disfraz de un emigrante, un refugiado o un anciano….
Reconozcámoslo: un “nacimiento” que no sea el que guardamos en el trastero y desempolvamos cada año, sino el que habría que preparar abriendo de par en par las puertas de nuestra particular “posada” nos da miedo.
Se nos atragantaría el turrón.
lunes, 15 de diciembre de 2008
COLINDE DE CRACIUM
Camelia de Rumanía escribe:
Queridos hermanos en Cristo,en estos momentos especiales para la humanidad, cuando nos estamos preparando a recibir el gran acontecimiento del nacimiento de Jesucristo, en mi país se cantan canciones especiales, tanto religiosas como tradicionales (se llaman COLINDE, la canción se llama "ACOLINDA" y los que cantan se llaman "COLINDATORI" ), que combinan la fe filtrada por la sensibilidad del pueblo, con las influencias folkloricas de los primeros siglos cristianos de mi nación, cuando la palabra transmitida de boca a boca formaba la tradición, incluso la tradición religiosa, porque en el caso del pueblo rumano a la propagación del Evangelio en nuestros territorios por el mismo Apostol Andrés coincidió con la formacion nacional, asi que podemos decir que los rumanos nacieron directamente ortodoxos, tal vez asi se explica la riqueza de COLINDE, como expresión de la tradicion cristiana en mi tierra!**Asi que les mando unos COLINDATORI rumanos para cantaros unos COLINDE deNAVIDAD (se dice COLINDE DE CRACIUN en mi idoma).Con la esperanza que les van a gustar, le invito a ver estos sites:
*El Tropario del Nacimiento de Dios:*http://video.crestinortodox.ro/Troparul_Nasterii_Domnului-20001052.html*
El Coro de la Faculdad de Teologia:*http://video.crestinortodox.ro/La_poarta_la_Stefan_Voda-20001060.htmlhttp://video.crestinortodox.ro/Doamne_a_Tale_cuvinte-20001058.htmlhttp://video.crestinortodox.ro/O_ce_veste_minunata-20000191.htmlhttp://video.crestinortodox.ro/La_Vitleem-20000189.htmlhttp://video.crestinortodox.ro/Condacul_Fecioara_astazi-20000188.html*
sábado, 13 de diciembre de 2008
PADECER A DIOS (y 2)
La expresión es muy pobre, desde luego. El lector puede pensar en mil cosas que no tendrán el menor asidero. Al menos que no se referirán, en absoluto, a lo que se quiere decir aquí. Ahora bien, es éste el constante problema, la dificultad permanente cuando pretendemos hablar o decir algo acerca de lo que nos excede.No se olvidará que, precisamente, aquello que nos excede es la misma bienaventuranza. Quiero decir que no habrá bienandanza ni posibilidad de felicidad alguna en el inmenso campo de lo controlable, es decir de todo lo que se encuentra por debajo de nosotros mismos.Lo tendrán en cuenta, quizá alguna vez, los feroces racionalistas -que aún los hay y no son pocos- cuando pontifican acerca de todas las cosas...Esta realidad debiera llevarnos a vivir exultantes y de rodillas. Pero -para nuestra desgracia- son muy escasas las ocasiones en las que tomamos en serio nuestra vida profunda. Por el contrario, las distracciones y las dispersiones habituales nos tienen atados a lo perecedero y a la muerte. Y, por extraño que parezca, esto ocurre muy a menudo en los que, por una clara opción en su vida, debieran ocuparse sólo de Dios.No se maraville el lector, si es que todavía los tiempos que corren le dejan lugar al asombro, de las contradicciones que topamos por todas partes. Esas contrariedades, lo repito a pesar de todo, AFINAN el alma de los que las sufren en modo especial.En el mundo, pues, hay distinciones que no se pueden soslayar. Algunos PADECEN más que otros... O, tal vez, unos sufren más, mucho más de lo que la mayoría puede sospechar. Y aquí es necesario DETENERSE un poco.Veamos ¿Qué es la materia que atrae con su peso y deja postrados a la inmensa mayoría de los hombres? O, por lo menos, ¿qué entendemos nosotros aquí por ella? Basta una somera descripción. Basta que ésta nos diga que esta suerte de atracción es un hecho complejo constatable por la experiencia y que podemos sintetizar así: hay personas volcadas con exceso al mundo exterior, interesadas en todo lo que no depende de ellas o, mejor, en todo lo que no les pertenece. Dicho en otras palabras, la mayoría de la humanidad está pendiente de situaciones ajenas o periféricas, se halla distraída, porque persigue el cumplimiento de una promesa imposible: la que en el Paraíso perdió a nuestros primeros y antiguos padres.Cuál sea el contenido de esa promesa no nos interesa. Nos es suficiente saber que se trata de un espejismo. Y es este espejismo el que tantos y tantos pretenden hacer realidad con su actividad o activismo insoportables.Hay, en los menos, un don especial de lo Alto, que consiste en una cierta sensibilidad interior, muy difícil de explicar, pero que, sobre todo, los vuelve especialmente vulnerables. En realidad se trata de una condición especial de PADECER. Es decir, una capacidad de recibir en sí, de acoger en una dimensión especial, una acción trascendente que, desde luego, se vuelve inmanente. Algo así como cuando la amante recibe al amado en su propia casa y se entrega, sin reserva alguna, a su huésped, que la ha alcanzado, con una singular herida, en el corazón.Pero no es este padecer lo que hoy entendemos por pasividad. No se trata de pereza alguna ante las solicitaciones o los problemas que al hombre puedan presentarse.La FIDELIDAD no requiere afán o desborde ansioso. PADECER es VER. Vivir como testigo que ve, como testigo presencial que sabe de SILENCIO y de CONSTANCIA. No se trata, en modo alguno, de "hacer cosas". Por el contrario, si tuviéramos que emplear una expresión más adecuada, diríamos: se trata, más bien, de DEJAR HACER. O, si se prefiere, y ya con toda verdad, de DEJAR SER el SER.PADECER, pues, requiere una dichosa apertura al SER, en lo más profundo, en el núcleo, en la misma médula. Nada de escaramuzas antojadizas ni de sueños de afirmación. Lejos de compensaciones o de pretendidas justificaciones. Hablamos de un DESPERTAR al SER. Una afirmación del ALMA. Y este lenguaje que utilizamos es el más aproximado, el menos inadecuado quizá, para esbozar realidad tan sublime.No hay que oponer resistencias a DESPERTAR. Tampoco desconfiar de AQUEL que, en realidad, despierta. Alguna vez parecerá que se despierta de un sueño. Otra será jornada de pesado insomnio. Pero no importa.El testigo recibe, con docilidad, la figura que se entrega a su mirada respetuosa. Aquí hay todo un diálogo escondido, no consciente, cuando el alma reconoce, en el silencio, en su silencio, su propio lenguaje. En efecto, el alma RECONOCE. Recibe y padece lo que de ninguna manera le es extraño. En su profundidad se da este encuentro. El alma no sabe bien dónde acontece. Tal vez sea fuera de ella misma. Pero no hay ya "dentro" ni "fuera". Es otra cosa, es de otra índole.Debiera el hombre exultar de gozo. Nada ni nadie puede arrebatarle su PADECER. Es él mismo la obra...¿Qué es convertirse en esa figura de Amor, término de SUBLIME MIRADA, envuelta y transformada en quien la contempla? El CONTEMPLADO se vuelve CONTEMPLANTE en el ÚNICO que CONTEMPLA.LIBERTAD SUBLIME, sin la cual no se pudiera ni siquiera ensayar un comienzo. DEBILIDAD dichosa, desde luego, sin temor ni dudas. La maravilla es imposible en ámbito duro, tosco o torpe. Requiere blandura y delicadeza.Pero volvamos a eso de padecer. El hombre es algo así como una... recepción. Es el término del conocimiento y del amor de Dios. Es el mismo amor en un sentido, porque no tiene otra razón de ser que la de ser amado. Ser amado de Dios.El Misterio del Padre es la cuna de sus hijos en el Hijo. Es ésta TODA LA VIDA. Y decimos que padece aquél que recibe. Está, cada uno, dispuesto y capaz. El hombre verá si desea recibirse, esto es: su propio ser. Y recibir, recibir a Dios. No se separa lo uno de lo otro. Pero el hombre ha podido rechazar...La vida humana es, en este sentido, una especie de escuela de acogimiento, de recepción del Don de Dios. El problema puede presentarse cuando es necesario discernir en los infinitos sucesos de cualquier historia. Entonces no se sabe bien qué cosa es padecer y cuál no lo es, dónde se abre el mejor camino y cuántas son las posibilidades de errar. En fin, es en este terreno, fundamentalmente práctico, donde ocurren los combates más difíciles y se presentan los interrogantes más acuciantes...Es necesario previamente, antes de ensayar la solución que se pretende, afirmar la confianza en el cultivo de las posibilidades del hombre, porque aceptamos, con gozo, el Don de Dios y Dios no puede, en modo alguno, engañarnos. Por otra parte no se puede intentar ningún camino fuera de la Fe. En consecuencia nos ubicamos en tal ámbito, sin pretender otra suficiencia que la misma de la Palabra de Dios.No se puede prescindir hoy, tratando este difícil tema, de la situación de un mundo que se ha ido apartando, cada vez más, de lo religioso, formulando una concepción del hombre solo en el mundo. Es decir del hombre sin Dios. No me refiero a una concepción "atea". Hablo, más bien, de una prescindencia, o indiferencia si se prefiere, que deja de lado lo principal. Esta "concepción" (por llamarla de alguna manera) invade todos los órdenes y niveles de la vida humana.Esbozado de esta manera, planteado así el problema, no se lo puede ignorar. El intento de pasarlo por alto resulta hasta ridículo. Ahora bien, hay quienes se tapan los ojos y los oídos, y semejante actitud complica aún más el cuadro.La solución presentada por una especie de racionalismo, que alcanza hoy sus últimos resultados en el orbe de la técnica, no puede ser más engañosa y falsa. No se trata, en ningún caso, de procurar alivios a partir de un bienestar o de cualquier explicación del hombre que lo deje autónomo y centro de sí mismo.El error inicial de un mundo que desconoce los valores verdaderos, es aislar al hombre de su vida y de su destino, separándolo de Dios. En efecto, el hombre es a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1, 26), por lo tanto no halla su ejemplar ni su fin en sí mismo. Es la única creatura des-centrada, a saber que no tiene su centro en sí. Dios es el Centro de "su" hombre, y las consecuencias que de aquí se siguen plantean una dirección decididamente diversa de la que está impuesta por la moda.Ahora bien ¿qué hacer cuando tantos y tantos han olvidado semejante realidad? No importa cuántos sean. Aquí se plantea la deslumbrante vocación del testigo, aún más del silencioso. En la Noche del Huerto, en la plegaria de la Agonía, el Señor sostuvo el mundo y habló al Padre. Esta escena se corresponde con el relato de la Transfiguración (cfr. Lc. 9, 28-36 y 22, 39-46; Mt. 17, 1-9 y 26, 36-45; Mc. 9, 1-9 y 14, 32-41).Los discípulos, en efecto, contemplan deslumbrados al Señor transfigurado y tan bien se hallan que así lo manifiestan y dicen de levantar tres tiendas..., esto es permanecer. La Gloria aparece y se oye de nuevo, como en la escena del Bautismo, al Padre que pone toda su complacencia en Jesús. Pero el mismo Señor les ordena no decir nada, porque El debe aún padecer a manos de los jefes religiosos del pueblo.En Getsemaní el Señor está SOLO y se dirige al Padre quien, esta vez, calla. En realidad lo recibe en el Silencio inefable de su Voluntad que acepta la ofrenda voluntaria del Hijo y aún su debilidad, dirá San Máximo el Confesor. En Aquél supremo momento los discípulos se han quedado dormidos. No se maravillan ya de la Luz escondida que, efectivamente, resplandece en la Noche. Aún no ven. Aún no alcanzan a descubrir la Verdad porque "sus ojos están cargados de sueño". El sopor de este mundo, de las apariencias, de todo lo que se ve y se impone por su superficie o por su cáscara.El secreto está en velar con El una hora, hasta que se abren los cielos. El testigo está presente y padece, Entonces el Huerto es Transfiguración.Pero esta transfiguración es real y total ABANDONO, descondicionamiento total y descosificación sin retorno. DES-IDEACION, en definitiva, que no se habla de modo diferente cuando se dice ofrenda. En efecto, que el ÚNICO ocupe toda la plaza, sin excepciones ni diversificaciones. El Retorno del Hijo al Padre no es mero viaje o confusión de ideas o de una vuelta por un rato. Nada de eso. Se trata de un Misterio que todo lo abraza y que no deja resquicios a los curiosos.Dos perspectivas, pues. En el Señor y con El. En Su Vida. Con el Nombre Nuevo, que sólo conoce quien lo recibe o lo padece. La segunda es el Misterio del Padre. Todo en el Espíritu.Ahora bien, es esto sólo un ensayo o un balbuceo, una miserable aproximación, que no alcanza para nada y para nada basta... Entonces ¿dónde está la respuesta o el camino o las indicaciones por pobres que sean? ¿Cómo hacer para unir tantos cabos sueltos y dar, por fin, con la tecla?Precisamente la RESPUESTA surge de la condición provisoria. El ámbito del misterio resulta por sí mismo tan invitante y consolador, que si lo pudiéramos abarcar o analizar, lo PERDERÍAMOS inmediatamente y para siempre. La respuesta, pues, es LOCURA, como la respuesta para todas las cosas, es el Misterio de la CRUZ.Aquí se da, con toda virulencia, la provisoriedad o insuficiencia de las fórmulas o de las explicaciones y el tonto empecinamiento del hombre de trepar por escalas inexistentes o demasiado pequeñas. Sólo el SILENCIO dirá a cada uno, en la medida de su arrojo o abandono, la Verdad sin fronteras y el secreto de un DESIERTO que carece de confines.El DESEO del sediento peregrino por los rumbos de este Desierto, es garantía de su gozo y de la Gloria. Quien desea posee en verdad en su corazón. El Deseo es la semilla que el Divino Sembrador deposita en el corazón de la tierra humana, donde germinará El mismo, Presente. Nada más auténtico que este deseo. Decía un Cartujo que el deseo de entregarse más a la oración sólo puede proceder de Dios.Con esta, o mayor certeza aún, sabemos que Dios sólo procede de Dios. Por tanto el deseo de Dios sólo procede de Dios.¡El deseo de sólo Dios! ¿Quién puede aguardar con indiferencia? ¿Quién no será un impaciente ante la magnitud de lo que aquí se insinúa? Tenga por cierto, el lector, que solamente se insinúa y con un lenguaje harto pobre. Pero no desperdicie la lección del SILENCIO. No busque reducir ni enmarcar lo que cree entender. En realidad estas maravillas no se entienden, se reciben con admiración y sosiego.En efecto, comparecerán a la cita mil tentaciones para decirle, explicarle y dejarlo conforme... Pero sepa, el amigo lector, que si se queda muy conforme se queda peor que antes. Nada de indolencias ni de pruebas, o lo que sea. Todo ha de resonar en el fondo del alma con el eco propio de una armonía que no es de este mundo.Una vez recorrido, y más que rápidamente, el panorama que se abre cuando empujamos, apenas, la puerta de nuestro interior, nos regocijamos -sin ficción posible- en la misma realidad que somos...Y, saliendo de los apretujones de tantas palabras -que se agolpan para decir lo que las sobrepasa-, pasamos directamente a la plegaria.Ya no esbozamos composición alguna. Simplemente, respetando hasta el infinito la delicadeza de Dios, dejamos que El hable. Que su ÚNICA Palabra diga lo que todas las nuestras no pueden.
P. Fr. Alberto E. Justo, O.P. (guiadecontemplativos.4t.com )
viernes, 12 de diciembre de 2008
Rugaciune la icoana Maicii Domnului
jueves, 11 de diciembre de 2008
ORACIÓN
Lo esencial de la espiritualidad ortodoxa (1)
Hemos visto las diferentes corrientes que han formado la espiritualidad ortodoxa en el curso de la historia. Trataremos ahora de precisar el denominador común de estos elementos, más allá de las modalidades en la actitud y la expresión, con el fin de llegar a sus raíces más profundas.El fin y los medios de la vida cristianaEl fin de la vida del hombre es la unión (kenósis) con Dios y la deificación (theósis).Los Padres griegos han dado al término deificación una connotación más amplia que la que le dan los latinos, no en el sentido de una identidad panteísta, sino en el sentido de la participación de la vida divina por medio de la gracia, "... Por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina...".Esta participación introduce al hombre en la vida de las tres Personas Divinas y lo coloca en esta corriente incesante y desbordante de amor que va desde el Padre al Hijo y al Espíritu. Esta corriente expresa la verdadera naturaleza de Dios. Allí está la verdadera felicidad del hombre y su felicidad eterna.La unión con Dios es el cumplimiento perfecto del Reino anunciado por el Evangelio. El cumplimiento perfecto de esta caridad, de este amor que resumen la Ley y los profetas. Unido a la vida de las tres Personas, el hombre puede amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma, con todo su espíritu y a su prójimo como a sí mismo.La unión entre Dios y el hombre no puede conseguirse sin un mediador: el Verbo hecho carne, Nuestro Señor Jesucristo. "Yo soy el camino... Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 16).En el Hijo llegamos a ser hijos. "Nosotros hemos sido hechos hijos de Dios", ha dicho San Atanasio. La incorporación a Cristo es el único medio de alcanzar nuestro fin sobrenatural. El Espíritu Santo opera y perfecciona esta incorporación. Dice San Ireneo: "Por el Espíritu se va al Hijo y por el Hijo se va al Padre".No se insistirá bastante en el hecho de que la espiritualidad cristiana es la vida sobrenatural del alma. Esta vida no influye sobre los efectos naturales normales o supranormales, obtenidos por medio de las disciplinas humanas llamadas también religiosas. Aquí se trata de la acción de Dios y no de las acciones del hombre en el alma. La esencia de la vida espiritual no es psicológica sino ontológica. Por eso, una definición de la espiritualidad no consiste en describir ciertos estados del alma, sean místicos o no, sino como la aplicación de ciertos principios teológicos a cada alma en particular. La acción redentora de Nuestro Señor es el alfa y omega, el corazón de la espiritualidad cristiana.
Del Blog Luz Ortodoxa
Camino de Contemplación (2)
Pero las soluciones o las oportunidades que parecen ofrecerse al pobre peregrino son, por lo general, insatisfactorias. El hombre conoce una larga y penosa historia de fracasos y reveses, que, si a ella se atuviera, cayera abrumado por tanto peso y contradicción.El secreto es... la CONTRADICCIÓN. Que no puede ser aceptada sin más. Que requiere una valoración, o una actitud...La TENSIÓN entre el deseo, o entre lo deseado, y los menguados logros, nos vuelven totalmente escépticos y descreídos. Desde luego no es ésta la respuesta ni la actitud que corresponden.Admitamos, con coraje, la existencia de esta QUEBRADURA, de esta herida, de tal distancia y de tal tensión. No quisiéramos... Pero el largo caminar ya nos indica que el paso se vuelve necesario.El PASO..., el primer paso, es, pues, tal aceptación. Y no es fácil. No puede serlo. No nos parece digno ni propio aceptar así nomás.Pero si lo realizamos, aprovechando para sumergirnos en el mar inmenso de un MISTERIO que nos excede por todos lados, y que es para nosotros, la perspectiva auténtica, tal vez lo más nuestro, lo más propio, nuestra SITUACIÓN resulte diferente.En efecto, mientras busquemos AFIRMACIONES a partir de lo exterior y superficial, a partir de todo aquello que no depende de nosotros ni propiamente nos pertenece, quedaremos postrados por tensiones, quebraduras y fracasos...El disconformismo halla todo el campo a su favor cuando pretendemos CRECER según medidas y cantidades, según una suerte de norma exterior, a imitación de alguna cosa o según algún ídolo de turno.El camino parece fatigoso cuando aparecen tantos obstáculos por superar. Sin embargo, se trata más bien de una verdadera y auténtica liberación. Esto que aquí llamamos "camino" aparece sembrado de un sinnúmero de sorpresas, entre las que no vacilamos en contar las llamadas DERROTAS. En efecto, se trata de la tensión que resulta de la sensación de perder oportunidades. El hombre padece, a menudo, esta especie de manifestación del fracaso, muy frecuente en los tiempos que corren.
P. Alberto E. Justo op
Despertar y Belleza (1)
Es hora de júbilo porque ha llegado la ocasión propicia para el hallazgo más maravilloso. No es cuestión de detenernos en ninguna parte ni en ninguna cosa. Es la hora de la liberación. Ha llegado a nuestro corazón esa certeza que es don, regalo, novedad permanente, buena e inconfundible noticia… Llega, ha llegado, la “sonrisa” de Dios. Percibimos la señal de esa salud que nos levanta, de la fuerza que nos rescata… Porque -¡por fin!- han venido a buscarnos hasta la puerta de casa. Pero no vienen para llevarnos a ninguna parte, sino para transformar hasta las raíces de nuestra morada, a volverla tan diferente que nosotros no llegaremos a reconocerla… ¿Diferente?Nos han dado eso mismo que somos desde siempre. Nuestra “realidad” honda… La novedad del Ser es júbilo y liberación profunda.
Alberto E. Justo
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Oficio de Vigilia en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú
martes, 9 de diciembre de 2008
Oficio de Litia en la residencia patriarcal
domingo, 7 de diciembre de 2008
Thomas Merton.
Thomas Merton (1915-1968), monje trapense, escritor y poeta religioso. Nació en Prades, Francia, de padres artistas , y murió en Tailandia, mientras asistía a una conferencia de abades benedictinos. En 1941, luego de convertirse al catolicismo, y experimentar una creciente conversión, ingresó en el monasterio trapense de Getsemaní, en Kentucky. Se ordenó sacerdote en 1949, y adoptó el nombre de padre Luis. Sus libros, especialmente su autobiografía, le hicieron famoso. Merton simpatizó con fenómenos modernos como el movimiento pacifista, el movimiento de los derechos civiles y el renacimiento litúrgico, y estuvo abierto a otras experiencias religiosas. Murió a causa de un absurdo accidente en Bangkok. Muy cercano siempre a la espiritualidad del Carmelo. Sus escritos todos conforman un valioso testimonio espiritual para estos tiempos.
(Del Blog Amigos de Thomas Merton)
sábado, 6 de diciembre de 2008
DOLOR DEL PAPA POR LA MUERTE DEL PATRIARCA ALEXIS II
CIUDAD DEL VATICANO, 5 DIC 2008 (VIS).-Benedicto XVI ha enviado al Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa un telegrama de pésame por la muerte, esta mañana a los 79 años, de Su Santidad Alexis II, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. Sigue el texto: "He recibido con profunda conmoción por la triste noticia de la muerte de Su Santidad Alexis II, de Moscú y de todas las Rusias y con afecto fraternal quiero manifestar al Santo Sínodo y a todos los miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa mi más sentido pésame, asegurando mi cercanía espiritual en este momento de gran tristeza.. Suplico al Señor que acoja en su Reino de paz y de alegría eternas a este infatigable ministro suyo y consuele a cuantos lloran su dolorosa muerte. Tengo presente el compromiso común en el camino de la comprensión y la colaboración recíprocas entre ortodoxos y católicos y recuerdo los esfuerzos del difunto Patriarca en pro del renacimiento de la Iglesia, después de la dura opresión ideológica que causó el martirio de tantos testigos de la fe cristiana. También recuerdo la buena batalla en defensa de los valores humanos y evangélicos que llevó a cabo sobre todo en el continente europeo y deseo que su entregade frutos de paz y progreso humano, social y espiritual. En la triste hora de la despedida, mientras su cuerpo mortal se confía a la tierra en espera de la resurrección, espero que la memoria de este servidor del Evangelio de Cristo ayude a cuantos ahora lo lloran y sirva de aliento a los que recogerán su herencia a la hora de guiar la venerable Iglesia Ortodoxa Rusa. Con afecto en el Señor Resucitado". Por su parte, el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, expresó su dolor por la muerte del patriarca, que "había sido llamado -escribe en una nota- a guiar la Iglesia Ortodoxa Rusa en un período de grandes cambios, y su liderazgo hizo posible que la Iglesia afrontase los cambios de transición desde la era soviética hasta el presente con vitalidad interior renovada". El cardenal Kasper recuerda sus "numerosos encuentros con Su Santidad, que siempre expresó su buena voluntad hacia el Santo Padre y su deseo de fortalecer la colaboración con la Iglesia católica. Nunca se ha dudado de su compromiso personal por mejorar las relaciones con la Iglesia católica, a pesar de las dificultades y tensiones".
Fuente: Servicio de Prensa de la Santa Sede.
viernes, 5 de diciembre de 2008
VISITA DE MONSEÑOR TIMOTEO
jueves, 4 de diciembre de 2008
EL MONJE Y EL LOBO
Video muy interesante de un monje que convive solo en un monasterio ortodoxo servio con varios animales, entre ellos un lobo criado desde cachorro por los monjes.
PARA VISIONAR VIDEO PULSAR:
http://www.rts.rs/page/stories/sr/story/15/Zanimljivosti/28962/Monah+i+vuk.html
PARA VISIONAR VIDEO PULSAR:
http://www.rts.rs/page/stories/sr/story/15/Zanimljivosti/28962/Monah+i+vuk.html
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Icono Milagroso de la Madre de Dios "Gerondisa"
Oh Toda Santa Madre de Dios Gerondisa, Abadesa del monasterio de Pantocrátor, en medio de nuestras necesidades acudimos a ti, poniendo en tu intercesión toda nuestra esperanza. Los agobiados por el peso de sus pecados suplican que intercedas por ellos pidiendo su perdón; los enfermos suplican de ti el don de la salud y los agobiados por las múltiples necesidades se postran ante ti diciendo: ¡Aleluya!
(Del Akathisto al Icono Milagroso de la Madre de Dios "Gerondisa")
domingo, 30 de noviembre de 2008
Vida eremítica
La vida eremítica busca la unión con Dios que es personalmente experimentada, por medio del silencio, soledad, ayuno, y oración. La oración es tanto catafática (vocal) como apofática (sin palabras), pero con el énfasis en el tipo apofático, que es más alto. La vida eremítica busca profundidad en la oración apofática (oración silenciosa) por medio de una vida apofática, que quiere decir: hallando a Dios en la renuncia a los placeres de este mundo. Es verdad que vemos a Dios en todas las cosas de su buena creación; pero el camino más avanzado, enseñado por los místicos, es el que lo busca por medio de la renuncia de los placeres de este mundo, para tener un corazón indiviso para experimentarlo más profundamente. Por lo tanto, el comienzo de la jornada espiritual usa el camino catafática que ve a Dios en las cosas de su buena creación, y en la oración vocal; pero el fin de esta jornada entra en unión profunda con Dios al usar el más avanzado camino apofático, que renuncia a los placeres innecesarios de este mundo, y ora sin palabras.Muchos hoy se interesan en la oración contemplativa, la oración apofática, a veces llamada la oración centrante; pero no todos se interesan en perseguirla desde el contexto de la vida apofática, que es la vida eremítica de silencio, soledad, ayuno, y la renuncia de los placeres de este mundo. Tendremos el éxito más profundo en llegar a la unión con Dios y creceremos más en la oración mística si perseguimos la oración apofática desde el contexto de una vida apofática.La vida apofática es la vida ascética. Ella nos lleva a una profunda oración apofática y mística, y a una experiencia del amor de Dios. Así la manera apofática o ascética de vivir, que es la vida eremítica, nos lleva a la oración apofática o mística. La ascética lleva a la mística. La vida eremítica de oración y ayuno en el desierto es el camino ascético que lleva a una profunda oración mística. La vida apofática, ascética, o eremítica lleva a la oración apofática y mística, que es la unión con Dios. Los que tratan de practicar la oración contemplativa, la oración centrante, la oración apofática, la oración mística, la oración de silencio, o la oración de unión —todos nombres diferentes por la misma cosa— deben hacerlo desde dentro del contexto de la vida apofática, o al vivir apofáticamente.Sólo al vivir así, tendremos un corazón completamente indiviso, y seremos suficientemente purificados para crecer en una vida mística.
Fr. Steven Scherrer.
Fr. Steven Scherrer.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Efrén el Sirio
«Coloqué (la perla), hermanos, en la palma de mi mano para poder examinarla. La observé por todos los lados: tenía el mismo aspecto desde todos los lados. Así es la búsqueda del Hijo, inescrutable, pues es totalmente luminosa. En su limpidez, vi al Límpido, que no se opaca; en su pureza, vi al símbolo del cuerpo de nuestro Señor, que es puro. En su carácter indivisible, vi la verdad, que es indivisible» (Himno sobre la Perla 1, 2-3).
viernes, 28 de noviembre de 2008
CAMINO DE CONTEMPLACIÓN (1)
Andando por los distintos caminos, se llega a la certeza... A UNA certeza por lo menos. Lo que vemos, lo que hoy distinguimos, lo que tantas veces y con tanto calor aseguramos... Todo eso no es verdad tal cual lo suponemos.La VERDAD es de un hondura tal que no admite discursos vanos. Aún cuando nuestra búsqueda continúe y perdure, aún cuando no acabemos, o nos parezca que no acabamos, de buscar, aún entonces -digo- nuestra situación debe ser algo así como un respeto infinito por lo que se nos oculta a simple ojo.Quizá nos cuadre mejor decirlo de otro modo. Por lo que se nos oculta aunque lo estamos viendo siempre... Por eso que tenemos tan dentro y no alcanzamos a ver ... precisamente porque está demasiado dentro; porque nos es demasiado propio.Queremos PARTIR, situarnos más allá de nuestra habitual desesperación y dolor. El hombre puja y busca, no puede conformarse con sus SITUACIONES, con lo que aparentemente se le impone desde fuera o desde donde sea... El ansia de liberación es enorme y no podemos callar ni ignorar el sonoro eco de sus voces.Sobre todo cuando otro tipo de reclamos bullen en el alma, cuando los límites del tiempo y del espacio se revelan tan estrechos, es preciso luchar en pos de un horizonte que no acepte fronteras opresoras.
P. Fr. Alberto E. Justo, O.P. (guiadecontemplativos.4t.com )
Publicado por ErmitañoUrbano
Publicado por ErmitañoUrbano
ALGUNOS CONSEJOS SOBRE EL USO DE LOS ICONOS PARA LA ORACIÓN
El ICONO está destinado a facilitar la oración y la contemplación. No es por lo tanto objeto de adorno o decoración.
Ha sido creado para ayudar a los creyentes en la oración individual o comunitaria.
Mantenlo en un lugar oculto siempre que no estés en oración o veneración.
No es un objeto profano para mostrarlo a las amistades ni una decoración más o menos exótica para la casa.
Es una evocación de lo Sagrado a través de una imagen, una ventana a lo trascendente.
Antes de elegir un ICONO , mira bien si evoca en ti lo Sagrado .No tengas prisa en elegirlo. Tómate el tiempo necesarario.
Ha sido creado para ayudar a los creyentes en la oración individual o comunitaria.
Mantenlo en un lugar oculto siempre que no estés en oración o veneración.
No es un objeto profano para mostrarlo a las amistades ni una decoración más o menos exótica para la casa.
Es una evocación de lo Sagrado a través de una imagen, una ventana a lo trascendente.
Antes de elegir un ICONO , mira bien si evoca en ti lo Sagrado .No tengas prisa en elegirlo. Tómate el tiempo necesarario.
SAN ESTILIANOS
San Estilianos nació en Paphlagonia en Asia Menor, alrededor del siglo V. heredó una gran fortuna de sus padres que donó a los pobres deseando ayudar a los más necesitados. Dejó su ciudad y se fue a un monasterio donde consagró su vida a Dios. Lleno de celo y devoción el demonio metió en el corazón de algunos monjes la envidia y los celos a la virtud de san Estilianos, teniéndo que abandonar el monasterio retirándose a una cueva del desierto en donde se entregó a la oración y el ayuno.La bondad y piedad del Santo atraían hacia si a los habitantes de Paphlagonia buscando su consejo y enseñanzas. Muchos fueron curados de sus enfermedades espirituales y corporales por sus oraciones. San Estilanos sentía una gran compasión por los niños a los que sanaba de sus enfermedades. Después de su muerte, sus conciudadanos confiaban en su intercesión para curar a los niños, poniendo su icono encima de la cama del niño para implorar su intercesión.A la hora de su muerte, su rostro se puso radiante y todos vieron como un ángel se llevaba su alma al cielo. Conocido por su protección a los niños a San Estilano se le representa iconográficamente con un niño en sus brazos. Los cristianos ortodoxos le pedimos que proteja a los niños y las mujeres que no pueden engendrar le piden que interceda por ellas.
Oh Dios, por las oraciones de San Estilanos, guarda y protege a nuestros niños de todo peligro y enfermedad. Prótejelos de los enemigos visibles e invisibles y hazlos crecer sanos física y espiritualmente, en sabiduría, fe y virtud.
Oh Dios, por las oraciones de San Estilanos, guarda y protege a nuestros niños de todo peligro y enfermedad. Prótejelos de los enemigos visibles e invisibles y hazlos crecer sanos física y espiritualmente, en sabiduría, fe y virtud.
REGLAS PARA UNA VIDA PIADOSA (3)
No hables en exceso, recordando que por cada palabra daremos explicaciones a Dios. Mejor es escuchar que hablar, ya que con las palabras es fácil caer en el pecado. No seas curioso en las novedades pues, ellas distraen el espíritu. No juzgues a nadie y piensa que tú eres el peor. Quien juzga a alguien se carga con sus pecados. Mejor reza por el pecador para que Dios por sus sendas lo enderece.
Si alguien no te hace caso contigo, no entres en discusión con el, pero si su actitud perjudica a otros, entonces toma las medidas necesarias, porque el bien común es mas importante que el bien personal.
Nunca discutas ni te justifiques, se humilde, silencioso y pacífico, toma todo con paciencia como nuestro Señor Jesucristo. El no te asignará una cruz superior a tus fuerzas y te ayudará a llevarla.
Pídele a Dios la gracia de realizar sus santísimos mandamientos lo mejor posible, a pesar de que te parezcan difíciles. Habiendo realizado algo bueno no esperes recompensa si no tentaciones, porque es durante las tentaciones cuando se pone a prueba el amor a Dios. No pienses en lograr una virtud sin sufrir pena. En las tentaciones no te desalientes y dirigiéndote a Dios reza con oraciones breves "Señor, ayúdame...ilumíname...no me dejes...ampárame" El Señor permite las tentaciones y al mismo tiempo da fuerzas para vencerlas.
Pídele a Dios que elimine de ti todo lo que alimenta el amor propio, aunque para ti sea amargo. Evita ser frío, dubitativo, suspicaz, falso, competidor, abatido... Debes que ser franco y sencillo en el trato con el prójimo. Con humildad recibe las ordenes de otros a pesar de que tu seas mas inteligente y tengas mayor experiencia.
Arzobispo Platón
jueves, 27 de noviembre de 2008
SOBRE EL DOMINIO DE SÍ
miércoles, 26 de noviembre de 2008
La Oración de Jesús es una corriente de espiritualidad dentro de la mística ortodoxa.
Esta oración consiste en una invocación incesante del nombre de Jesús, y encuentra su fuerza en la virtud del nombre divino. El nombre de Yahvé en el Antiguo Testamento y el de Jesús en el Nuevo ,particularmente en el libro de los Hechos: “Aquel que invoque el nombre de Jesús será salvo” Hech.2,21. Se trata del grito del ciego de Jericó que implora a Jesús la curación y también del publicano.
Las palabras pueden variar, pero se aconseja una formula breve y fija ( oración monológica).
“Que vuestra oración ignore toda multiplicidad: una sola palabra bastó al publicano y al hijo prodigo para obtener el perdón de Dios .Que no exista afectación en las palabras de vuestra oración ¡cuántas veces los balbuceos simples y monótonos de los niños conmueven a su padre!”(San Juan Clímaco .La santa Escala).
La Oración de Jesús puede empezar con una oración recitada un cierto número de veces con ayuda del rosario ortodoxo o Komboskini hecho de lana trenzada. Se pueden rezar uno o varios a ciertas horas del día, pero éste no es sino un medio para conducirnos a la oración interior.
No se trata aquí de realizar actos meritorios, número de rosarios u oraciones, sino que la oración de Jesús se identifique con los latidos de nuestro corazón, como única preocupación. Que brote de él como fuente de agua viva.
Solo así la oración de Jesús se convertirá en oración incesante.
Esta oración consiste en una invocación incesante del nombre de Jesús, y encuentra su fuerza en la virtud del nombre divino. El nombre de Yahvé en el Antiguo Testamento y el de Jesús en el Nuevo ,particularmente en el libro de los Hechos: “Aquel que invoque el nombre de Jesús será salvo” Hech.2,21. Se trata del grito del ciego de Jericó que implora a Jesús la curación y también del publicano.
Las palabras pueden variar, pero se aconseja una formula breve y fija ( oración monológica).
“Que vuestra oración ignore toda multiplicidad: una sola palabra bastó al publicano y al hijo prodigo para obtener el perdón de Dios .Que no exista afectación en las palabras de vuestra oración ¡cuántas veces los balbuceos simples y monótonos de los niños conmueven a su padre!”(San Juan Clímaco .La santa Escala).
La Oración de Jesús puede empezar con una oración recitada un cierto número de veces con ayuda del rosario ortodoxo o Komboskini hecho de lana trenzada. Se pueden rezar uno o varios a ciertas horas del día, pero éste no es sino un medio para conducirnos a la oración interior.
No se trata aquí de realizar actos meritorios, número de rosarios u oraciones, sino que la oración de Jesús se identifique con los latidos de nuestro corazón, como única preocupación. Que brote de él como fuente de agua viva.
Solo así la oración de Jesús se convertirá en oración incesante.
martes, 25 de noviembre de 2008
ASPECTOS DE LA VOCACIÓN EREMÍTICA
No pretendo diseñar un tratado de la vida solitaria. No pretendo añadir absolutamente nada a la luminosa tradición. Sólo es mi intención ahora hablar de la ermita escondida en el corazón, de la vocación a la soledad de todo viandante. Porque nada existe en la Iglesia que no sea una suerte de arquetipo para otras realidades, ya que comulgan todas en el mismo Misterio del Único Cuerpo Místico de Jesucristo.
Los caminos de la soledad se descubren, con harta frecuencia, en las horas de dolor, de sufrimiento. Sobre todo cuando ese mismo dolor es escondido y sin testigos; cuando –en suma- se cae en la cuenta de que nadie lo conoce y pasa desapercibido para cualquier observador.
Esta es una condición que abre la profundidad: no recibir atención. Se trata, en efecto, de una vida sin testigos. Cuando el peregrino acierta a descubrir esa calidad inaudita de su tesoro, que supera cualquier estima o valoración humana, se dará cuenta de la urgencia de mudar su atención y de dirigirla hacia otro horizonte.
La primera nota que vamos a destacar es lo que podemos denominar aceptación. En efecto, comporta una actitud y un hábito de reflexión, asumiendo, con seriedad y júbilo, lo que es dado desde el principio: el propio cuerpo y la propia historia. Y, al mismo tiempo, el ámbito de la peregrinación, a saber, el espacio y el tiempo, la hora y el lugar.
Ahora bien, esta aceptación no se realiza de una sola vez en algún momento ideal de la vida. Al contrario, su urgencia se va manifestando con el tiempo, con la misma experiencia. Y aquello que parece que debiera darse al inicio se da, sin embargo, al final.
Por otra parte aceptación no significa resignación. Cuando ya no queda más remedio, cuando las circunstancias ahogan, en suma, cuando todas las salidas están cerradas no queda otra que aceptar lo que toca... Pero no ha de ser así. Precisamente de este modo resignado se pierde toda la bondad de la situación y la oportunidad de pasar más adelante.
Aceptar se entiende, ante todo, como una actitud contemplativa que empieza por maravillarse y admirarse. Y asume el don, sin más, como cosa propia y con gozo.
No es el sufrimiento el que ha de invalidar o disminuir la aceptación en la vida del peregrino. Quizá sea a raíz de una pena, de algún fracaso, como llegue a entrever lo mejor de su actitud. Porque, tantas veces, el dolor hace transparente la muralla que nos separa de la verdad.
Queda señalado este primer paso, cuyas consecuencias y características son múltiples. Sin duda una aceptación verdadera comporta la asunción de lo que se posee, de algún modo, o de lo que no se posee en absoluto. Y, desde luego, lo que al prójimo respecta y pertenece. Todo lo cual es una disposición para el gozo de ser, de abrir los ojos a la irrenunciable aurora. Es claro que estamos proponiendo otra visión u otra forma de entender lo que comporta o no comporta poseer.
Es posible que lo que aprendemos a aceptar en los otros lo llevemos también en el corazón. La alegría por el bien ajeno acabará por dar al sujeto eso que ha sabido descubrir y valorar en otros, con independencia de sí mismo y con generosidad. Por otra parte, con la delicadeza de sus sentimientos, ha pasado más allá de lo aparente y de lo inmediato y superado cualquier vulgaridad egoísta.
Aprender a aceptar es el comienzo de un camino. Y habrá, a cada paso, descubrimientos singulares a raíz de la transparencia de las cosas. El peregrino sabe que su andar es de un valor inmenso. Cada período, cada jornada, cada ocasión, cada vuelta es de inimaginable fecundidad.
Surge de los acontecimientos una constatación peculiar, que no podemos pasar por alto. El deseo del corazón sobrepasa las ocasiones, las figuras, las imágenes, los tiempos y los lugares que se ofrecen en este mundo para satisfacerlo. Desde luego que esta es una verdad muy vieja. Cualquiera puede alcanzarla a partir de su experiencia por más modesta que ésta sea... Pero la respuesta comporta que ya mismo pueda encontrar el peregrino su propia senda.
No se trata de aguardar a mañana ni de sacudir los aires con indignación por nuestra indigencia. Reconocemos que no hay caminos, ni instituciones, que lleguen a responder en plenitud. Por tanto cualquier limitación abrirá otras puertas en zonas más profundas e inesperadas.
La vida solitaria es, en realidad, un descubrimiento maravilloso de nuestra condición más profunda y de esa persona escondida que late y vive bajo las apariencias de una estructura, del “yo” falso y postizo de la superficie.
La recuperación del “fondo del alma”, el descenso al corazón, de nuevo hallado, indican el camino que todo peregrino sigue hacia la plenitud.
Téngase presente que esta condición no se adquiere. Simplemente se descubre ya existente cuando se es llamado. Llega la hora con sencillez y no acertamos a fijar fecha alguna... ¿Cuándo empezó? ¿En qué momento me di cuenta de este especial llamado a la soledad interior? Todo esto no cuenta, carece de importancia. Lo que debe subrayarse es la originalidad del hecho, porque, en efecto, cada caso es irrepetible y no se reduce caprichosamente a ningún género. Dios llama personalmente y los caminos conciernen a los que por allí andarán.
Tampoco es necesario hacer algo. La primera actitud de quien es llamado a la soledad interior es aprestarse y permanecer a la escucha. Es una atención nueva para estar y quedarse en el corazón.
Hasta que llega la hora del sufrimiento que no esperábamos... Entonces la soledad adquiere una dimensión totalmente nueva, desvela y descubre lo que no puede imaginarse, rescata de las sombras sentidos que la razón jamás hubiera visto sola. Es curioso que los momentos en los cuales aparece la novedad de un dolor se sucedan, sin apelación, en esta soledad que no puede calificarse. En esta soledad que parece querer agudizar y ahondar toda herida; en esta soledad que nos enfrenta a la impotencia y al fracaso.
Pero es indudable que la soledad no puede pensarse fuera de la única verdadera: la soledad del Salvador.
Sépase: poco importa el “fracaso” o el “desengaño” exterior... Nada. Porque hay caminos profundos que la soledad y el silencio nos trazan y nos enseñan. Cuando no hay luz, juguemos a la luz. Cuando no hay alegría, juguemos a la alegría... ¿Acaso San Francisco no le proponía al Hermano León, “ovejuela de Dios”, “jugar” a la ”perfecta alegría”? Si te reciben mal y te alegras; si oyes, por ahí, tu mal, y te alegras; si tienes ¡tantas veces! que “dar tu otra mejilla”, y te alegras... ¿No estás –acaso –empeñado en un admirable juego de “creatividad” y de arte sublime? Hay que pensar mucho y reflexionar acerca de todo ello, cuando el hombre ha desterrado la belleza de su horizonte y el juego desinteresado de su actividad.
Los caminos de la soledad se descubren, con harta frecuencia, en las horas de dolor, de sufrimiento. Sobre todo cuando ese mismo dolor es escondido y sin testigos; cuando –en suma- se cae en la cuenta de que nadie lo conoce y pasa desapercibido para cualquier observador.
Esta es una condición que abre la profundidad: no recibir atención. Se trata, en efecto, de una vida sin testigos. Cuando el peregrino acierta a descubrir esa calidad inaudita de su tesoro, que supera cualquier estima o valoración humana, se dará cuenta de la urgencia de mudar su atención y de dirigirla hacia otro horizonte.
La primera nota que vamos a destacar es lo que podemos denominar aceptación. En efecto, comporta una actitud y un hábito de reflexión, asumiendo, con seriedad y júbilo, lo que es dado desde el principio: el propio cuerpo y la propia historia. Y, al mismo tiempo, el ámbito de la peregrinación, a saber, el espacio y el tiempo, la hora y el lugar.
Ahora bien, esta aceptación no se realiza de una sola vez en algún momento ideal de la vida. Al contrario, su urgencia se va manifestando con el tiempo, con la misma experiencia. Y aquello que parece que debiera darse al inicio se da, sin embargo, al final.
Por otra parte aceptación no significa resignación. Cuando ya no queda más remedio, cuando las circunstancias ahogan, en suma, cuando todas las salidas están cerradas no queda otra que aceptar lo que toca... Pero no ha de ser así. Precisamente de este modo resignado se pierde toda la bondad de la situación y la oportunidad de pasar más adelante.
Aceptar se entiende, ante todo, como una actitud contemplativa que empieza por maravillarse y admirarse. Y asume el don, sin más, como cosa propia y con gozo.
No es el sufrimiento el que ha de invalidar o disminuir la aceptación en la vida del peregrino. Quizá sea a raíz de una pena, de algún fracaso, como llegue a entrever lo mejor de su actitud. Porque, tantas veces, el dolor hace transparente la muralla que nos separa de la verdad.
Queda señalado este primer paso, cuyas consecuencias y características son múltiples. Sin duda una aceptación verdadera comporta la asunción de lo que se posee, de algún modo, o de lo que no se posee en absoluto. Y, desde luego, lo que al prójimo respecta y pertenece. Todo lo cual es una disposición para el gozo de ser, de abrir los ojos a la irrenunciable aurora. Es claro que estamos proponiendo otra visión u otra forma de entender lo que comporta o no comporta poseer.
Es posible que lo que aprendemos a aceptar en los otros lo llevemos también en el corazón. La alegría por el bien ajeno acabará por dar al sujeto eso que ha sabido descubrir y valorar en otros, con independencia de sí mismo y con generosidad. Por otra parte, con la delicadeza de sus sentimientos, ha pasado más allá de lo aparente y de lo inmediato y superado cualquier vulgaridad egoísta.
Aprender a aceptar es el comienzo de un camino. Y habrá, a cada paso, descubrimientos singulares a raíz de la transparencia de las cosas. El peregrino sabe que su andar es de un valor inmenso. Cada período, cada jornada, cada ocasión, cada vuelta es de inimaginable fecundidad.
Surge de los acontecimientos una constatación peculiar, que no podemos pasar por alto. El deseo del corazón sobrepasa las ocasiones, las figuras, las imágenes, los tiempos y los lugares que se ofrecen en este mundo para satisfacerlo. Desde luego que esta es una verdad muy vieja. Cualquiera puede alcanzarla a partir de su experiencia por más modesta que ésta sea... Pero la respuesta comporta que ya mismo pueda encontrar el peregrino su propia senda.
No se trata de aguardar a mañana ni de sacudir los aires con indignación por nuestra indigencia. Reconocemos que no hay caminos, ni instituciones, que lleguen a responder en plenitud. Por tanto cualquier limitación abrirá otras puertas en zonas más profundas e inesperadas.
La vida solitaria es, en realidad, un descubrimiento maravilloso de nuestra condición más profunda y de esa persona escondida que late y vive bajo las apariencias de una estructura, del “yo” falso y postizo de la superficie.
La recuperación del “fondo del alma”, el descenso al corazón, de nuevo hallado, indican el camino que todo peregrino sigue hacia la plenitud.
Téngase presente que esta condición no se adquiere. Simplemente se descubre ya existente cuando se es llamado. Llega la hora con sencillez y no acertamos a fijar fecha alguna... ¿Cuándo empezó? ¿En qué momento me di cuenta de este especial llamado a la soledad interior? Todo esto no cuenta, carece de importancia. Lo que debe subrayarse es la originalidad del hecho, porque, en efecto, cada caso es irrepetible y no se reduce caprichosamente a ningún género. Dios llama personalmente y los caminos conciernen a los que por allí andarán.
Tampoco es necesario hacer algo. La primera actitud de quien es llamado a la soledad interior es aprestarse y permanecer a la escucha. Es una atención nueva para estar y quedarse en el corazón.
Hasta que llega la hora del sufrimiento que no esperábamos... Entonces la soledad adquiere una dimensión totalmente nueva, desvela y descubre lo que no puede imaginarse, rescata de las sombras sentidos que la razón jamás hubiera visto sola. Es curioso que los momentos en los cuales aparece la novedad de un dolor se sucedan, sin apelación, en esta soledad que no puede calificarse. En esta soledad que parece querer agudizar y ahondar toda herida; en esta soledad que nos enfrenta a la impotencia y al fracaso.
Pero es indudable que la soledad no puede pensarse fuera de la única verdadera: la soledad del Salvador.
Sépase: poco importa el “fracaso” o el “desengaño” exterior... Nada. Porque hay caminos profundos que la soledad y el silencio nos trazan y nos enseñan. Cuando no hay luz, juguemos a la luz. Cuando no hay alegría, juguemos a la alegría... ¿Acaso San Francisco no le proponía al Hermano León, “ovejuela de Dios”, “jugar” a la ”perfecta alegría”? Si te reciben mal y te alegras; si oyes, por ahí, tu mal, y te alegras; si tienes ¡tantas veces! que “dar tu otra mejilla”, y te alegras... ¿No estás –acaso –empeñado en un admirable juego de “creatividad” y de arte sublime? Hay que pensar mucho y reflexionar acerca de todo ello, cuando el hombre ha desterrado la belleza de su horizonte y el juego desinteresado de su actividad.
P. Fray Alberto Justo O.P. (Del blog ermitaño urbano)
lunes, 24 de noviembre de 2008
Reglas para una vida piadosa (2)
Predisponete cada mañana de tal manera como si recién te hubieses decidido a ser Cristiano y vivir según los mandamientos de Dios.Comenzando tus tareas procura realizar todo para Gloria de Dios.No inicies ningún trabajo sin oración, porque lo que realizamos sin oración termina siendo innecesario o perjudicial. Son ciertas las palabras de Dios: "Sin Mi no puedes hacer nada."Trata de parecerte al Salvador quien se esforzó, ayudando a José‚ y a su purísima Madre.Todos tus esfuerzos hazlos con bondad en el alma esperanzado la ayuda de Dios. Es bueno repetir constantemente la oración: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mi pecador."Si tus esfuerzos se realizan con éxito, agradécele a Dios, y si no son satisfactorios, entrégate a la voluntad de Dios, pues el piensa en nosotros y encamina todo hacia lo mejor.Todo lo difícil tómalo, para el perdón de los pecados con espíritu de obediencia y mansedumbre.Reza antes de comer, para que Dios bendiga la comida y la bebida y después de comer agradécele y ruega no perder los bienes espirituales. Es bueno levantarse de la mesa sin haberse saciado totalmente. Los miércoles y viernes ayuna siguiendo el ejemplo de los primero cristianos.No seas avaro teniendo comida y ropa, se feliz con eso pareciéndote a Jesucristo que se humilló por nosotros.Trata de ser agradable a Dios en todo, para que tu conciencia no te haga padecer remordimientos. Minuciosamente controla tus pensamientos, sentimientos y los movimientos de tu corazón recordando que Dios te observa en todo lugarElude hasta los pecados menores, para no caer en los mas grandes. Cualquier pensamiento especialmente el impuro , que te aleja de Dios inmediatamente expúlsalo de tu corazón, como a una chispa de fuego que cae sobre tu vestimenta. Si no quieres que los malos pensamientos te acosen, recibe con tranquilidad la humillación de la gente.
Arzobispo Platón
APOTEGMA
SILENCIO Y PLENITUD
sábado, 22 de noviembre de 2008
APOTEGMA
viernes, 21 de noviembre de 2008
EL ICONO
El icono oriental, gracias a las reglas teológicas impuestas, ofrece el máximo de fidelidad bíblica y de objetividad eclesial. La estructura del dibujo, los colores profundos; los oros confieren ese reflejo de la encarnación y de la escatología indispensable en la auténtica imagen litúrgica. El icono plano, por otra parte, evita al máximo un cierto “humanismo” que la estatua sustenta a menudo en la piedad (2). Una vida interior alimentada por la Palabra de Dios, con la ayuda de iconos litúrgicos auténticos, no corre el riesgo de desviarse en la sensiblería o la cursilería sulpiciana. Aquí Occidente no ha sido a menudo lo bastante vigilante en su tolerancia de las imágenes como “biblia de los sencillos”. Está insuficientemente situado en un plano teológico para acoger la imagen como consecuencia de la encarnación y de la escatología, en vez de tolerarla a causa de las masas que necesitan de ellas. En los periodos de purificación se suprime entonces las estatuas o se las relega en las capillas. No se tiene como en la ortodoxia un criterio que permita evitar la dulía sensiblona y cursi de innumerables estatuas de azúcar, como igualmente el ardor iconoclasta de periodos de purificación que no desean más que el dibujo de trazo y los perfiles de alambre.
COMPASION
jueves, 20 de noviembre de 2008
SERENIDAD
miércoles, 19 de noviembre de 2008
¿Cómo llegar al silencio interior?
A veces permanecemos en silencio, pero en nuestro interior discutimos fuertemente, confrontándonos con nuestros interlocutores imaginarios o luchando con nosotros mismos. Mantener nuestra alma en paz supone una cierta sencillez: «No pretendo grandezas que superan mi capacidad.» Hacer silencio es reconocer que mis preocupaciones no pueden mucho. Hacer silencio es dejar a Dios lo que está fuera de mi alcance y de mis capacidades. Un momento de silencio, incluso muy breve, es como un descanso sabático, una santa parada, una tregua respecto a las preocupaciones...
IDENTIFICARSE CON LAS COSAS
Un especialista que solamente es especialista es sólo medio hombre.
Los prados y los campos en donde se trabaja desde la mañana a la tarde tienen matices que cambian a cada hora, con el color del cielo y del alma, y que un artista apenas puede percibir en sus paseos, en momentos elegidos.
Uno debe identificarse con las cosas para conocerlas y para traducirlas.
Dom A. Guillerand
lunes, 17 de noviembre de 2008
REGLAS PARA UNA VIDA PIADOSA (1)
Acostúmbrate a levantarte temprano y en un horario especifico. Apenas te despiertes, eleva tus pensamientos a Dios, persígnate y agradécele el paso de la noche y sus misericordias hacia ti. Pídele que Él dirija tus pensamientos, deseos y sentidos, para que todo lo que digas y hagas sea de su agrado.Mientras te vistas recuerda que estás ante la presencia de Dios y del Angel Guardián. Pídele a nuestro Señor Jesucristo que te vista con el ropaje de la salvación.Después de higienizarte reza por la mañana arrodillándote, concentrándote y humildemente, como corresponde ante la mirada del Todopoderoso. Pídele tener fe, esperanza y amor y además fuerza para recibir serenamente, lo que te traerá el nuevo día con sus complicaciones. Pídele que bendiga tus sacrificios y que te ayude a realizar tu tarea, eludiendo el pecado.Si puedes lee algo de la Biblia, especialmente del Nuevo Testamento o los Salmos. Lee con el deseo de recibir la iluminación espiritual inclinando tu corazón hacia la humildad. Lee un poco, después medita, luego sigue leyendo, atendiendo a lo que Dios le inculca a tu corazón.Esfuérzate aunque sea un cuarto de hora para meditar sobre las verdades de la fe y sobre lo que has leído de provechoso para tu alma.Siempre agradece a Dios el no haber perecido en los pecados, y que El se preocupa por ti y siempre te lleva hacia el Reino de los cielos.
Arzobispo Platón
APOTEGMA
El abad José de Tebas decía: "Hay tres clases de hombres que son enaltecidos a los ojos de Dios: Primero, aquellos que cuando están enfermos o son tentados, aceptan todas las cosas con acción de gracias. Segundo, los que realizan todas sus obras limpiamente delante de Dios, y en modo alguno buscando sólo agradar a los hombres. Tercero, los que permanecen sujetos a la dirección de su padre espiritual y renuncian al egoísmo.
jueves, 13 de noviembre de 2008
INVOCACIÓN COPTA
"O Dios, acuérdate de nuestros padres santos: los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, los confesores, los heraldos, los predicadores, los evangelistas y de todos los espíritus justos que fueron perfectos en tu fe. Y por de pronto, de la Dama de todos, la Theotocos santa y siempre virgen, Santa María, y San Juan Bautista, el precursor, el profeta, el mártir; de San Etienne protomártir y de todos los coros de mártires. Y consigue que por su intercesión, seamos dignos, Señor, de participar con ellos en el grupo de los bienaventurados, ante el tribunal de tu único Hijo, Jesucristo, nuestro Señor"
martes, 11 de noviembre de 2008
LA MAREA HUMANA FRENTE AL INFINITO
¿Qué es un hombre en la inmensa marea humana, que se mueve desde hace tantos siglos, y que puede continuar su movimiento durante mucho tiempo? ¿Qué es esta marea inmensa en la marea indefinida que Dios no pudo haber realizado?
¿Qué es ésto frente a Dios infinito?
Apenas un vestigio sobre la arena, una sombra sobre el horizonte, la huella de una flecha en el aire que ha atravesado....
Dom A. Guillerand, Cartujo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)