Señor y dueño de mi vida, el espíritu de ocio, de indiscreción, de ambición y de locuacidad, no me lo des. Más el espíritu de castidad, de humildad, de paciencia y de amor, concédemelo a mí, tu siervo.
Sí, Señor y Rey, concédeme percibir mis propias ofensas y no juzgar a mis hermanos, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.
Obras de San Efrén el Sirio (pulsar icono)
4 comentarios:
Lo felicito por esta pagina. Son muchos loa laicos ermitaños y solitarios que necesitas de estas palabras y ejemplos.Dios y su Santa Madre lo bendiga
Gracias por sus palabras de estímulo ermitañourbano. La verdad es que soy un aprendiz en estas lides (como en casi todo)pero hago lo que puedo.Yo también visito su página (lo habrá notado) y también, permítame, le felicito por ella.
Suyo en Cristo y la Toda Santa.
hieromonje Macario.
Felicidades por la página.
Unidos en la oración.
Gracias, Francisco Javier. Ora por mí. macarie.
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