lunes, 6 de diciembre de 2010

¡FELIZ NATIVIDAD Y SANTA TEOFANIA!


"Tended las manos hacia lo santo, y bendecid al Señor"

Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

domingo, 14 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

AMMAS MARA, CIRINA I DOMNINA



Las Ammas empiezan a llenar el desierto en el año 250, pero sin hacer ruido. Como los grandes acontecimientos que cambian la historia, aunque a menudo pasen desapercibidos. Amar la tradición, quiere decir ser conscientes de todo lo que hemos recibido de muchos hombres y mujeres que ni siquiera conocemos, pero que nos han dejado el legado de sus vidas santas.

Dice S. Juan Crisótomo: "si visitas el desierto de Egipto encontrarás a una multitud de mártires y de vírgenes que tienen aquí sus celdas.

Teodoreto de Ciro en la "Historia de los monjes" (444), junto con la vida de 23 monjes, nos explica la vida de 3 monjas: Mara, Cirina y Domnina. Entre los Padres, dice Teodoreto, también a estas 3 Ammes se les puede aplicar el calificativo de "renunciants", pues para seguir a Cristo hace falta "renunciar" a otros intereses:

1- Ellas renunciaron al materialismo, a través de la virginidad
2- Renunciaron a los vicios que llevan al desorden
3- Renunciaron a las cosas sensibles, para llegar a la pureza del corazón.
Esta renuncia, dice Teodoreto, es necesaria para conseguir la plegaria contínua, fundamentada en el amor. Y las Ammas practican, sobre todo, esta oración del amor. Dicen: "a quien ama recordando siempre al Amado, descubre su Palabra en la soledad y el silencio".

Según ellas: "es mejor vivir con la gente y desear la soledad, que llevar una vida solitaria y desear constantemente la compañía."
A menudo la espiritualidad de las Ammes, contraria a la tendencia de algunos malos monjes que buscaban con deleite la fama, se centraba en la sinceridad de la vida.
de Ammas del desierto

miércoles, 3 de noviembre de 2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

¿Eficacia?


¿A qué preguntarte acerca de tanta eficacia si todo se manifiesta en Su Misericordia? Abre tu corazón con compunción y confianza y obra en silencio sin que tú, precisamente, esperes nada. No esperes nada de ti mismo, espéralo todo de Dios.
E. Justo

miércoles, 6 de octubre de 2010

Confesión de Fe



La Iglesia Ortodoxa invita a sus hijos a confesar aquello que ella como Madre les ha enseñado acerca de Dios, les mueve a que sus primeras palabras y pensamientos los dirijan a esa verdadera sabiduría oculta para los sabios de este mundo, centrados únicamente en la ciencia de las cosas sensibles. Es la sabiduría con la que el sacerdote pide que se abran las puertas de Iconostasio antes de profesar la fe en la Divina Liturgia, la sabiduría que abre nuestros labios al amanecer y al anochecer, reconociendo en el Dios Trinidad al Autor de todas las cosas. Así, día tras día, confiesan el Símbolo laicos, sacerdotes, monjas y monjes, con firmeza para no dejarse arrastrar por los errores; con temor por el destino de aquéllos que se separan de está recta Confesión de Fe.
(parroquiaortodoxadealicante)

lunes, 4 de octubre de 2010

DÍA DE LA PARROQUIA


El pasado domingo celebramos en Elche la fiesta de la Santa Protección de la Madre de Dios. Asistieron fieles de toda la provincia de Alicante, hasta el punto que hubo que abrir los portalones de la ermita para que los fieles que estaban en el exterior pudieran seguir la Divina Liturgia.
Terminada ésta, compartímos en el claustro comidas típicas rumanas, una de ellas el popular "sarmale",así como embutidos y dulces.
Damos gracias a Dios por permitir nuestra presencia en aquel lugar y poder así atender a tantos fieles ortodoxos de esta nacionalidad.
Ieromonah Macarie

viernes, 1 de octubre de 2010

Perseverar en la búsqueda


Estamos perseverando en nuestra búsqueda, confiando en que se cumpla el tiempo fijado por Dios para nuestro despertar espiritual. Estamos buscando sabiduría para conocer cuál es la voluntad de Dios y paciencia para que se cumpla en todas las cosas.Más...

monjesurbanitas

jueves, 30 de septiembre de 2010

sábado, 25 de septiembre de 2010

PLENAMENTE REAL



“Cuanto más soy capaz de afirmar a otros, de decirles “sí”, en mí mismo, de descubrirles en mí mismo y a mí mismo en ellos, más real soy. Soy plenamente real si mi corazón dice sí a todos"

Thomas Merton

lunes, 20 de septiembre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

La visita de la Madre de Dios a la Santa Montaña de Athos




Deseando la madre de Dios visitar a San Lázaro en Chipre, salió hacia allí junto a san Juan el Teólogo en barco desde Palestina. A causa de una gran tormenta y de forma sobrenatural , arribó el barco a Athos entrando en la bahía de Klementos que es donde actualmente se encuentra el monasterio de Iviron. Todos los árboles y plantas, todos los pájaros, peces y animales, al notar la presencia de la Madre de Dios se inclinaron reverentes ante la que había llevado en su seno al Creador de todas las cosas.

Los habitantes de Athos, dirigidos por la Divina Providencia, salieron a recibir a la Santísima Madre de Dios, y después de escuchar sus dulces palabras, pidieron a San Juan el Bautismo. En ese momento la escultura del ídolo demoniaco que estaba en la montaña fue destruida, así como los demás estatuas, viendo los nativos salir de allí las turbas de demonios que las habitaban.

La Madre de Dios contemplando la belleza de aquel lugar, elevó sus manos al cielo y suplicó a su Hijo Divino:

“Mi Hijo y Dios, bendice este lugar y derrama sobre él tu misericordia. Protégelo hasta el fin de los días y a los que habiten en él , por tu santo nombre, concédeles por medio de la ascesis, el combate espiritual y el arrepentimiento el perdón de sus pecados; derrama sobre ellos abundantemente tus dones en esta vida y la vida eterna en la venidera. Glorifica este lugar por encima de todos los lugares de la tierra, libra de la condenación eterna a sus habitantes, sálvalos de toda tentación, de los enemigos visibles e invisibles y de la herejía y hazlo faro de la Fe Ortodoxa”

Entonces se escuchó una voz del cielo que decía:

“Todo lo que me pidas, Madre mía, yo lo cumpliré. A partir de ahora este lugar será tuyo, tu jardín y paraíso y un refugio de salvación para aquéllos que deseen ser salvados y un lugar de refugio inexpugnable para los que arrepentidos, deseen liberarse de la carga de sus pecados”
Publicado por Padre Nicolás Vera

jueves, 26 de agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

AMMA TEODORA


AMMA TEODORA
Es una mujer culta y con conocimientos teológicos, de finales del sIV. Como Sara vivió cerca de Alejandría. Tenía una gran penetración psicológica, y era muy delicada y prudente.

Mientras los apotegmas de los Padres se centran más en la ascesis, la renuncia, y la penitencia, Amma Teodora, igual que las otras Ammas, hacen más atención a Dios y a vivir en Cristo a través de las Escrituras.

Amma Teodora avanzaba por el camino de la liberación interior, para descubrir el Dios-Misericordioso que es Padre y Madre.

Las sentencias de Teodora están llenas de juicio: "como los árboles que necesitan el paso de las estaciones para crecer, nosotros tenemos que pasar el invierno con el fin de dar buenos frutos".I decía :"Ni la rigidez de la observancia monástica, ni las austeridades corporales, nos salvan, sino la humildad sincera". Explicaba que un anacoreta que sacaba demonios, un día preguntó a los espíritus malignos qué era lo que les hacía marcharse: ¿El ayuno? ¿Las vigílies? Pero ellos respondieron de que nada los vencía tanto como la humildad. Entonces añadía ella: "Sólo la humildad nos da la victoria".

Un día explicó a un monje que quería marcharse del monasterio para no tener que pasar por tentaciones, que en una ocasión un monje cogió le sandalias para marcharse, y vio al demonio que haciendo lo mismo le decía: "No te marches por mí, porque allí donde tú vayas yo te precederé".

Y recomendaba a los que dirigen las comunidades que tienen que renunciar tanto a querer dominar, como a buscar adulaciones, siendo pacientes, humildes, y rectos. Condescendientes con equilibrio, y amando sin hacer distinciones.

Ella estaba convencida que las dificultades las llevamos todos dentro y que nos acompañarán siempre.

Se explica que un día Abba Teófilo le preguntó qué quería decir "redimir el tiempo", y ella le respondió que era "aprovechar todo lo que te viene, para transformarlo en virtud." Y añadió: "si te hacen una injuria, aprovechala para ser humilde y penitente. Así el tiempo se convierte en una ganancia".

Según ella ni la ascesis, ni las vigílias, ni nada nos salva, sino la humildad sincera. La humildad que proviene de un auténtico conocimiento de uno mismo, es, pues, la principal herencia de Amma Teodora.

miércoles, 18 de agosto de 2010

miércoles, 11 de agosto de 2010

lunes, 9 de agosto de 2010

sábado, 31 de julio de 2010

TOACA

LOS JURODIVYIE O LOS LOCOS POR CRISTO




"Hemos venido a ser necios por amor de Cristo"
1Cor 4.10

A finales del siglo XVII, aparecen en escena estos defensores de la libertad interior, en Rusia los llamaron jurodivyie, pero muy pronto se dejó de aplicarles el término en sentido peyorativo constituyendo de algún modo una especie de santos.
La Enciclopedia rusa define esta manera de vivir como la de aquellos que impulsados por el amor a Dios y al prójimo, adoptan esta forma ascética de piedad cristiana que es llamada locura por amor a Cristo. Los que la practican renuncian voluntariamente no solo a cualquier clase de bienes o riquezas, sino tanto a la vida familiar como comunitaria. Aceptan que se les considere como locos, no sujetándose a ninguna norma de convivencia y llegando a realizar acciones que escandalizan a la gente "normal".
Estos ascetas no temen decir siempre la verdad a los poderosos y acusarles de sus pecados públicamente, y por el contrario, consolar a todo aquel que fundase su vida en el temor de Dios.
Las palabras del Apostol: "Hemos venido a ser necios por el amor de Cristo" sirvieron de fundamento y justificación para este género de vida. Un tropario en honor de los jurodivyie dice: "Después de escuchar las palabras del Apostol, tu siervo N. se hizo loco para el mundo".
Pero la apariencia exterior de locura no es lo más importante en estas personas sino su deseo ardiente de libertad de espíritu. Un corazón puro no tendría necesidad de ley escrita alguna y esto se comprende, pese al peligro de las desviaciones, en una sociedad muchas veces injusta. Cuando un jurodivyie escupía al paso de un respetable burgués yse inclinaba al de un bribón camino de la horca, no podía expresar de modo más expectacular su opinión.
Estos locos por Cristo denunciaban sin piedad todas las hipocresías de la gente considerada "honesta" y bien apreciada y considerada por todos, y de esta forma, quería recordarles que el ideal de las personas verdaderamente espirituales es la actitud de desprecio ante todo aquello que el mundo busca ansiosamente y estima por encima de todo. Ellos, cuya vida consistía en seguir la voz interior, rechazaban cualquier otra instrucción. Y para demostrar que éste era el camino acertado, afirmaban que Dios premiaba esta actitud de renuncia a la "sabiduria del mundo" con la recompensa de una ciencia superior que El infundía en el corazón. De ahí provenía la gran popularidad que gozaban entre el pueblo sencillo y el temor que infundían los poderosos. Cuentan que Iván el Terrible hizo estrangular7al metropolita por haberle hablado con dureza, pero, luego de haber sido amonestado por un jurodivyi murmuró: "Ruega por mí".
Por último, la locura fingida es un método muy efectivo para preservar la soledad aún en medio de la muchedumbre, pronunciando palabras incoerentes a las personas que vienen de visita y consiguiendo que dejen a uno de molestarle en la oración...
Podemos decir, en conclusión, que en estos "locos por Cristo" encontramos rasgos de ascética cristiana, aunque es dificil hacer una valoración pues los relatos y leyendas aportan pocos datos históricos. En base a los datos poseémos, parece que la santidad se encuentra oscurecida por la falta de discreción. San Basilio nos pone en guardia en su Regla cuando nos advierte de los peligros de adoptar una vida cuando menos "singular".

lunes, 19 de julio de 2010

OLVIDO


Tenga el corazón fijo en Dios y cuando padezca la adversidad o sufra algún despojo, o lo que sea, no se compadezca a sí mismo ni se observe, no guarde en la memoria ni recuerde. Pase por encima de las miserias de este mundo, respetando y aceptando el nivel de cada cosa.
Regla para eremitas.

sábado, 17 de julio de 2010

domingo, 11 de julio de 2010

FRAGMENTOS DE LA REGLA DE SAN BASILIO (329-379)


Regla de San Basilio
por mario de Cristo Salvador en Agosto 26, 2009
Fragmentos



FRAGMENTOS DE LA REGLA DE SAN BASILIO (329-379)

(Cuestión 2)

14 ¿Quién otro puede haber tan bueno como Dios? Más aún, ¿quién otro puede ser bueno, sino el único Dios?

15 ¿Hay (acaso) otra belleza, otro esplendor, otra hermosura que nos incite naturalmente a amar, como la que (sabemos) está, y debemos creer que existe, en Dios?

16 ¿Dónde (encontraremos) semejante gracia? ¿Qué otra llama de amor encenderá lo más escondido e interior del alma, así como el amor de Dios debe inflamar lo arcano de la mente,

17 sobre todo si está purificada de toda mancha, si el alma es pura, y con afecto verdadero dice: Estoy herida por el amor?

18 Siento que el amor de Dios es totalmente inefable, y que es más fácil sentirlo que poder expresarlo, es una cierta luz inenarrable: aunque la palabra lo compare con el rayo o con el relámpago, el oído no lo escuchará.

19 Si tomas los fulgores del lucero, el esplendor de la luna, la misma luz del sol, con su gloria, todas las cosas son tan obscuras y tenebrosas, como si se comparara la noche más negra y sumergida en la oscuridad de una profunda tiniebla con la luz limpidísima del sol de mediodía.

20 Esta hermosura no se puede ver con los ojos corporales, sólo se la percibe con el alma y con la mente;

21 si esta hermosura llega acaso a rozar la mente y el alma de los santos, clava en ellos el llameante aguijón de su amor.

22 Por eso, consumiéndose como por un fuego de amor y teniendo horror a la vida presente, uno de ellos decía: ¿Cuándo iré y me presentaré ante el rostro de Dios?,

23 y nuevamente decía, inflamado con el fuego de este ardor: Mi alma tiene sed del Dios vivo,

24 y ardiendo con un deseo insaciable, oraba para ver la voluntad del Señor y ser protegido en su templo santo; así, pues, deseamos también naturalmente las cosas que son buenas y las amamos.

(Cuestión 3)

1 Considero por muchas razones que es útil llevar vida en común con los que tienen la misma voluntad y el mismo propósito,

2 en primer lugar, porque también para las necesidades materiales y el servicio de los alimentos ninguno de nosotros se basta solo, a sí mismo, y por tanto en lo que se refiere a los servicios mutuos que son indispensables en nuestra vida necesitamos unos de otros para nuestros trabajos.

3 Así como el pie del hombre en ciertos casos utiliza sus propias fuerzas, y en cambio en otros necesita las ajenas, y sin la ayuda de los otros miembros no puede cumplir su obra ni bastarse con sus propias fuerzas,

4 así también me parece que en la vida solitaria se padece (el hecho) de que ni lo que hay en ella puede ser útil (a otros), ni puede adquirirse (de otros) lo que falta.

5 Además el orden de la caridad no permite a nadie buscar su propio interés, como dice el Apóstol: La caridad no busca su propio interés.

6 Finalmente, nadie puede discernir con facilidad sus culpas y vicios, pues no hay quien se los reproche;

7 con facilidad le puede suceder a este hombre lo que está escrito: Pobre del que está solo, pues si cae, no hay nadie que lo ayude a levantarse.

8 Pero también los mandamientos se cumplen más fácilmente entre muchos, en cambio el que está solo, cuando parece que cumple (un mandamiento), no puede cumplir otro: piensa, por ejemplo, ¿cómo visitará a un enfermo quien está solo?, ¿o cómo recibirá a un peregrino?

9 Si verdaderamente todos somos el cuerpo de Cristo, y somos los unos miembros de los otros, debemos adaptarnos y unirnos los unos a los otros por un trabajo armónico, en el Espíritu Santo, como en un solo cuerpo.

10 Pero si cada uno de nosotros eligiera la vida solitaria, no por una causa o un motivo agradables a Dios o que congregase a todos en una común generosidad, sino para satisfacer las propias voluntades y pasiones,

11 ¿cómo podremos, separados y divididos, alcanzar la recíproca concordia de los miembros?

12 Este tal no se alegra con los que se alegran, ni llora con los que lloran, ya que, separado y dividido de los demás, ni siquiera podrá conocer las necesidades de sus prójimos.

13 Es imposible que uno solo pueda recibir todos las dones del Espíritu Santo, ya que la distribución de los dones espirituales se hace según la medida de la fe de cada uno,

14 de modo que lo que se distribuye parcialmente a cada uno, se una de nuevo y coopere, como miembros, a la edificación de un único cuerpo.

15 A uno se le dan palabras de sabiduría, a otro palabras de ciencia, a otro de fe, a otro la profecía, a otro el don de curación, y lo que sigue; todos estos dones cada uno los recibe del Espíritu Santo, no tanto para sí cuanto para los otros.

16 Por eso es necesario que la gracia que cada uno recibió del Espíritu de Dios sea de provecho para todos.

17 Puede suceder que quien vive alejado y separado reciba alguna gracia, y esto mismo le será inútil porque no la hace producir, sino que la entierra en sí mismo.

18 Y cuán peligroso sea hacer esto lo saben todos los que han leído el Evangelio.

19 Por el contrario, si comunica la gracia recibida a los demás, mientras él la aprovecha verdaderamente -y ella se multiplica en él al comunicarla a los demás- él mismo saca beneficio de la gracia de los otros.

20 Esta vida en común de los cristianos tiene además muchísimos otros beneficios, que no es posible ahora enumerarlos a todos.

21 Por de pronto, como ya dijimos, es más favorable vivir en comunidad que vivir en soledad para conservar los dones del Espíritu Santo.

22 Pero también contra las insidias del enemigo provenientes del exterior es mucho más segura y útil la compañía de muchos,

23 para que más fácilmente despierte del sueño quien tal vez se hubiese adormecido con aquel sueño que conduce a la muerte.

24 Asimismo su delito le será más patente al delincuente al serle echado en cara o reprochado por muchos, según lo que dice el Apóstol: Bástele a ése que así (actúa) la corrección hecha por varios.

25 Mas también se deriva por la oración de muchos no poco provecho cuando oran unánimes y en concordia, de modo que muchos den gracias a Dios en virtud de la gracia que hay en nosotros.

26 La vida solitaria, en cambio, está expuesta a un peligro intrínseco: el primer peligro, que ciertamente es gravísimo, consiste en la autocomplacencia, y no teniendo a nadie que pueda juzgar su obra, le parecerá que (ya) ha llegado a la perfección máxima;

27 entonces, viviendo sin ninguna observancia, no caerá en la cuenta de cuál es su vicio principal ni en qué cosas falta a la virtud;

28 tampoco podrá juzgar acerca de la cualidad de sus obras, pues ha eliminado toda ocasión de poner (las virtudes) por obra.

29 ¿Cómo comprobará su humildad, si no tiene a nadie con quien mostrarse humilde? ¿Cómo demostrará su misericordia el que es ajeno a toda compañía y convivencia?

30 ¿Cómo se ejercitará a sí mismo en la paciencia si no tiene a nadie que ponga obstáculos a sus voluntades?

31 Y si alguno dijera que le basta la doctrina de la Escritura y los preceptos de los Apóstoles para la enmienda de sus costumbres y para la formación (espiritual) de (su) vida,

32 me parece que hace algo semejante a los que siempre están aprendiendo el oficio de fabricar, pero nunca fabrican nada;

33 o bien a los que siempre son instruidos en cl arte de los constructores, pero nunca se dedicarán a construir una casa.

(Cuestión 4)

1 Al decir nuestro Señor y Salvador Jesucristo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame, 2

y de nuevo: El que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo,

3 (establece) que el que viene con la intención de seguir al Señor, también debe negarse a sí mismo y tomar su cruz; es cierto que ya antes renunció al diablo y a sus obras.

4 Pero esto suelen hacerlo no los que han progresado en la vida o los que ya tienden a la perfección, sino los que están en los primeros pasos de la vida cristiana.

5 La renuncia del hombre a sí mismo, como dijimos más arriba, (consiste) en lo siguiente, a saber: renunciar tanto a sus hábitos anteriores y a su vida (pasada),

6 cuanto a sus costumbres y a los placeres de este mundo, y también a los parentescos según la carne, sobre todo a aquellos que podrían impedir su propósito,

7 considerando más bien como padres suyos a los que lo engendraron en Cristo Jesús mediante el Evangelio, y como hermanos a los que han recibido el mismo Espíritu de adopción, estando convencido de que todas las posesiones no son suyas.

8 Para decirlo brevemente, aquel para quien a causa de Cristo el mundo entero está crucificado y él mismo está crucificado para el mundo, ¿cómo puede hacerse esclavo de los pensamientos y de las solicitaciones del mundo, cuando el Señor le manda que a causa de él renuncie hasta a la vida misma?

9 Una renuncia es perfecta en él si se mantiene totalmente alejado de las pasiones mientras aún vive en el cuerpo,

10 pero comienza a hacer esto ante todo en las cosas exteriores, es decir en las posesiones, en la vanagloria y en otras cosas semejantes, de modo que primero se haga ajeno a ellas.

(Cuestión 8)

16 La llamamos templanza del ayuno, no porque sea una abstinencia absoluta de alimento, lo cual equivale a destruir violentamente la vida,

17 sino porque se conforma no con lo superfluo, sino con lo necesario para la vida, rehuyendo lo que es agradable y dando al cuerpo solamente lo necesario.

18 Y para decirlo brevemente: la virtud de la templanza consiste en abstenerse de todo lo que la pasión de la concupiscencia requiere.

19 Por tanto, la virtud de la templanza se reconoce no sólo en el modo de tomar los alimentos, sino también en la abstención de todas las cosas que dan placer pero dañan nuestra alma.

20 El auténtico temperante no desea la vanagloria; se abstiene de los vicios de la ira, de la tristeza y de todas las cosas que suelen tener ocupadas a las almas incultas y descuidadas.

21 Encontramos que casi todos los mandatos de Dios están relacionados entre sí, y que separados unos de otros es imposible observarlos.

22 Esto es particularmente evidente en el caso de la templanza; ya que será juzgado humilde quien condene y frena la soberbia,

23 y el que renuncia a todos sus bienes según el Evangelio, vende todo lo suyo y lo reparte a los pobres, este sin duda alguna contiene el deseo del dinero;

24 es manso el que contiene la ira y domina el furor. 25 ¿Qué otra (virtud) sino la templanza contiene y modera las miradas de los ojos que vagan de aquí para allá, lo que oye el oído y la intemperancia de la lengua?



Regla de San Basilio, Trad. de B. Bianchi y M. E. Suárez, Ecuam, 1993, Luján

jueves, 8 de julio de 2010

domingo, 4 de julio de 2010

viernes, 2 de julio de 2010

Te veo cuando me miras


¡Sendas interiores, que no tienen confines! Vamos de camino, con confianza...
Detengámonos ante el icono del Salvador, ante sus ojos que, en realidad, nos miran desde nuestro corazón ...

A.E. Justo

sábado, 26 de junio de 2010

HESICASMO


El Hesicasmo es una forma de vida contemplativa en la que se busca la comunión con Dios por medio de la soledad, en la hesychía, es decir, en la tranquilidad interna y externa y en la oración continua. La hesiquía en los autores espirituales indica al mismo tiempo recogimiento, silencio, soledad exterior e interior unión con Dios. Desde el punto de vista histórico, el hesicasmo va ligado a tres aspectos distintos, pero interdependientes entre sí (SEGUIR)

domingo, 6 de junio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

La felicidad de conocer el camino (2)


Todo amor llega a través de las pruebas y la verdadera amistad se conoce en la desgracia. Cuando el amor es más fuerte que la muerte, se perfecciona. Después de dichas pruebas, necesarias para todos sin excepción, el amor a través de la muerte en el plano terrestre vence a la muerte en la eternidad y da al hobre el acceso al "Reino inconmovible" (Hb 12,28)

Archimandrita Sophony

lunes, 31 de mayo de 2010

La felicidad de conocer el camino (1)


Cristo nos lo ha dado todo: nos ha revelado el misterio supremo de la santa Trinidad. Cristo "nos ha mostrado al Padre" (Jn 14,8-9), por Cristo hemos recibido y conocido por experiencia al Espíritu santo, y podemos discernir, sin temor a equivocarnos, cuando es él precisamente-el que procede del Padre, la tercera Hipóstasis- quien actúa en nosotros, y no cualquier otro espíritu-que a los todobía inexpertos pueda parecerles "excelso"-.
A través de Cristo y en él se nos ha mostrado tambien con extraodinario realismo el hombre en su imagen primordial y en su semejanza con Dios. Ya nada ni nadie podrá ser el fundamento de nuestro ser, ni dentro de lo relativo y terrenal, ni en el plano absoluto de la Divinidad.
Las palabras de Cristo: "Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores (Jn 10,8), resuenan para nosotros a la luz de la inteligencia que de su verdad nos ha sido dada.

Archimandrita Sophrony

lunes, 19 de abril de 2010

Desprenderse


Si la indigencia alinea al hombre deshumanizandolo, la propiedad hace otro tanto con él.Los bienes amenazan con dominarlo y convertirlo en esclavo de ellos.Pero, felízmente, la naturaleza desprende al hombre de sus bienes de una manera radical en un momento: en la muerte.

sábado, 10 de abril de 2010

Deseo...



¿Sabes qué es el "deseo"? Es preciso recordar que somos lo que deseamos... Pero el deseo "escondido" y profundo está en ese "secreto" del Padre que, habitualmente hemos de considerar. Hay una relación fecunda entre el deseo y el silencio, entre el deseo y la soledad, entre el deseo y la libertad...
Desea a Dios. Es verdad que el Señor ya se ha dado. Es verdad que el Espíritu ha venido a nuestros corazones y que allí hallamos siempre a Dios. Pero esta peregrinación se alimenta del deseo y hemos de desearlo cada vez más.

Alberto E. Justo

viernes, 12 de marzo de 2010

Confianza renovada




Seguimos de camino. Que brote del corazón esa confianza que el Señor llama. Es el signo de esta hora: un abandono que me atrevo a calificar como "heroico", una consagración (diré) siempre renovada en esta entrega, siempre sonriente, a los Ojos de Aquél que no deja de sonreír y de venir cada vez más cerca... ¿Cerca? ¡Qué insuficientes son las palabras, esos vocablos que apenas, apenas, alcanzan a señalar alguna cosa!

A. E. Justo de Flor en el Desierto.

sábado, 27 de febrero de 2010

San Gregorio Palamás



En el segundo domingo de la cuaresma se honra a Gregorio Palamás (+1358), arzobispo de Tesalónica, cuya santidad fue declarada en 1368. La institucionalizació n de esta conmemoración constituyó una afirmación de la enseñanza de este santo sobre la santificación del ser humano por su participación de la gracia divina increada, y no de la esencia divina, así como fue definido en los dos concilios reunidos al respecto en Constantinopla en 1341 y 1351.


Las razones históricas que motivaron tal definición de nuestra fe se encuentran en el enfrentamiento de San Gregorio con el racionalismo de los cristianos de occidente, especialmente de un monje italiano llamado Barlaam, y también de unos griegos occidentalizados. Barlaam pretendía que a Dios se llega a través de la razón. Palamás afirmaba que la razón sola no puede abrazar a Dios, y que es necesaria una santidad de vida, la purificación del ser humano por el ascetismo.


La enseñanza que adoptó la Iglesia por Palamás, y que sumaba toda la tradición de la Iglesia , se resume en base a dos criterios: la refutación del dualismo alma-cuerpo y la distinción entre esencia divina y energías divinas. Como consecuencias de estos dos criterios son, por una parte, la posibilidad dada a la totalidad de la persona humana, y no solamente a la razón, de participar de la gracia de Dios, desde ahora y desde esta vida; y por otra parte, la necesidad de una purificación previa para llegar al conocimiento de Dios y la comunión con Él.


Con respecto al primer criterio, Palamás no aceptó la existencia de un dualismo entre alma y cuerpo, como lo admitía Barlaam, y antes de él la filosofía griega. Por su racionalismo, Barlaam menospreciaba al cuerpo, y en consecuencia, a la materia. El error de los que destruyeron los íconos y de los que creyeron en la razón solamente es que ambos consideraban que hay un conflicto entre el alma y el cuerpo. En cambio, nosotros creemos en la unidad del ser humano y respetamos al cuerpo por haber sido tomado por el Verbo de Dios en Su encarnación. Por ello, refutamos la separación entre cuerpo y alma, entre el elemento racional y el elemento corporal. He aquí la consecuencia: esto es lo que creemos cuando comulgamos los Preciosos Dones para la santificación del alma y del cuerpo; cuando confesamos en el Credo que resucitaremos, alma y cuerpo, en el día de la Segunda Venida en la gloria; cuando ungimos con el Santo Míron el cuerpo y no solamente el alma; esto es lo que pasó cuando el Señor se transfiguró en el monte Tabor y la luz de la divinidad emanó de Su rostro y de Su cuerpo, o cuando el Señor apareció a sus discípulos después de la resurrección con su cuerpo glorificado.


Y, con respecto al segundo criterio, Palamás hizo una distinción entre la esencia divina y las energías divinas. Según la fe de nuestra Iglesia, la gracia de Dios no es Su esencia, pero sí, sus energías. Esencia y energías son ambas increadas, divinas. La esencia no es participativa de parte de la creatura, sino el hombre sería Creador como Dios, mientras que es Su criatura. En cambio, las energías son participativas de parte de la criatura. La distinción entre esencia y energías no implica división en Dios, sino que Dios está enteramente presente en su esencia incomunicable y también en sus energías que lo manifiestan y son accesibles a sus criaturas. Esto significa que cuando la Gracia de Dios more en nosotros, tendremos lo que Dios tiene, excepto el atributo de Creador. Por consiguiente, lo que santifica al hombre proviene necesariamente de Dios, increado y divino como Él, y participativo de nuestra parte, sin que sea Su propia esencia.


Esta gracia nos eleva por encima de las pasiones humanas, estado al que podemos acceder ya desde esta vida. Ésta es la santificación que expresaron los Padres de la Iglesia y que Palamás enseñó conforme a toda la tradición anterior a él. Esta santificación es posible desde ahora, por la propia palabra del Señor: “El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él” (Jn 6:56), y “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y en él haremos morada” (Jn 14:23). Desde ahí la consecuencia: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5:8). Es decir que el conocimiento de Dios es imposible sin la purificación, sin la práctica de la virtud, porque este conocimiento no es independiente de la purificación y de la liberación de nuestras pasiones; ni proviene de los estudios sino de la pureza; tampoco es un tema racional sino una comunión de todo el ser humano. La perspectiva ortodoxa estipula que la experiencia del ascetismo es esencial para ver a Dios.


Si el lugar de la materia en la vida espiritual nos empujó a la veneración de los íconos, también el lugar del cuerpo en la vida espiritual lo vivimos en el ayuno que resucita al alma y al cuerpo en Cristo. Por ello, el ascetismo aparece como si fuera una confesión dogmática sobre la manera de lograr la santificación de todo el ser humano. La pacificación de las pasiones y su redirección hacia la comunión con Dios resulta en que el cuerpo será el templo del Espíritu Santo.


Por haber practicado esta senda, los santos llegaron a la comunión con Dios, y a ser transfigurados desde esta vida reflejando la luz increada, y no la luz solar. Aún más, sus reliquias fueron depositarias de la gracia de Dios, cuya prueba se revela por los milagros que se manifestaron a través de ellas.

EL NECESARIO MAESTRO ESPIRITUAL




¿El hombre que inicia una investigación interior tiene necesidad de guía? Antaño, en los Padres del Desierto y también en las escuelas iniciáticas orientales, el discípulo vivía cerca de su maestro. La existencia en común era preferible para que la enseñanza fuera justamente adaptada a la capacidad de aquel que la recibía. Ver vivir, observar el comportamiento del alumno rompe las ilusiones que se podrían tener al respecto. El discípulo se conoce mal y lo que él expresa es raramente adecuado; se confunde sobre si mismo por falta de discernimiento y también de lealtad. Solo un sujeto ya formado es capaz de revelar lo esencial a aquel que le conduce. En razón de las reacciones más o menos previsibles del sujeto, el maestro espiritual correría el riesgo de perturbar a su discípulo e incluso perturbarlo profundamente guiándole sin verle de vez en cuando. Ciertamente, un buen maestro puede seguir a distancia a su alumno, pero tales casos son poco frecuentes, ya que raros son los verdaderos maestros y raros los buenos discípulos.

Marie Madeleine Davy (Publicado por ErmitañoUrbano)

MUTABILIDAD


Lo que Dios ha hecho hasta ahora, es lo que continuará haciendo: Dios no cambia. Sus relaciones con nosotros parecen variar, pero es porque nosotros no somos siempre los mismos para con Él.

lunes, 15 de febrero de 2010

Tiempo de perdonar y ser perdonado




ORACIÓN DE SAN EFRÉN


Señor y dueño de mi vida, el espíritu de ocio, de indiscreción, de ambición y de locuacidad, no me lo des. Más el espíritu de castidad, de humildad, de paciencia y de amor, concédemelo a mí, tu siervo.
Sí, Señor y Rey, concédeme percibir mis propias ofensas y no juzgar a mis hermanos, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 17 de enero de 2010

¡DESPIERTA!


"Si has abrazado el honor y el decoro del desierto, quédate en el silencio profundo y despréndete de lo que no cuenta... Despierta al inmenso paisaje de la aurora en tu corazón. Mira la ternura de Aquél que es tu vida."

Albertus in eremo

sábado, 2 de enero de 2010

ESTAR ATENTOS


Solamente permanece un solo deber que cumplir: tener siempre los ojos fijos sobre el Señor que se ha dado, y mantenerse siempre a la escucha, para adivinar y captar su voluntad, ejecutándola al instante.

De Hesiquia